(PD).-El presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, negó que el ejército de su país cometiera crímenes de guerra durante el conflicto por la región de Osetia de Sur en agosto pasado.
Testimonios obtenidos por la BBC en esa región separatista sugieren que las fuerzas armadas georgianas utilizaron «fuerza indiscriminada» y que incluso podrían haber tenido como objetivo a población civil.
Testigos aseguraron que tanques georgianos atacaron edificios de apartamentos y que dispararon a civiles que escapaban de los enfrentamientos.Las denuncias fueron acopiadas por la BBC en Osetia del Sur en la primera visita sin restricciones permitida a un medio de prensa internacional luego del fin del conflicto.Igualmente investigaciones de la organización internacional Human Rights Watch detectaron evidencias de uso indiscriminado de la fuerza.El ministro británico de Relaciones Exteriores, David Miliband, discutió el tema con las autoridades de Tiflis.
Investigación internacional
Saakashvili declaró: «Negamos con vehemencia cualquier acusación de crímenes de guerra aunque, por supuesto, estamos abiertos a todo tipo de comentarios y a realizar cualquier tipo de investigación».
El mandatario añadió: «Pedimos una investigación internacional sobre la conducta (de las partes) durante la guerra, sobre las condiciones que llevaron a la guerra».
En sus palabras, «hubo ciertamente crímenes de guerra, pero no fueron cometidos por nosotros». Entretanto, el canciller británico -cuya posición es normalmente favorable a Tiflis- declaró a la BBC: «Creo que las acciones georgianas fueron imprudentes, creo que la respuesta rusa fue desproporcionada y errónea».
Miliband explicó: «En mi visita a Tiflis, por supuesto, traté al más alto nivel las denuncias de crímenes de guerra y otras acciones militares» atribuidas al ejército georgiano.
