(PD).-La Policía israelí ha declarado el estado de alerta máxima en el país y en los territorios ocupados por la violencia desatada a causa del desalojo de varias familias de colonos de un edificio de la ciudad cisjordana de Hebrón.
Durante el día de hoy se desplegarán amplias fuerzas policiales, especialmente en Hebrón y en Jerusalén, para intentar evitar que los ultraortodoxos bloqueen calles y ataquen a palestinos, y que estos realicen manifestaciones.
Por su parte, los extremistas israelíes han pedido a sus seguidores que se embarquen en una semana de actividades de represalia por la evacuación y que sigan acudiendo a la casa, a pesar de que ésta fue desalojada ayer por la Policía. «Decidiremos el momento y el lugar para tomar represalias», afirmaron varios de ellos al diario ‘Yediot Aharonoth’.