(PD).- La Administración Bush, según el «New York Times», denegó el año pasado a Israel ayuda en forma de poderosas bombas anti-búnker para atacar el complejo de Natanz, principal instalación del programa nuclear de Irán.
Con el fin de aplacar a sus aliados israelíes, la Casa Blanca habría ofrecido la activación de un nuevo programa de sabotaje contra las ambiciones nucleares de Teherán.
A pesar de la petición de munición contra objetivos bajo tierra y otros respaldos, la Casa Blanca habría insistido en desconocer si el gobierno de Israel tenía fecha y órdenes para atacar las instalaciones de Natanz. O si el primer ministro Ehud Olmert estaba intentando simplemente obtener una respuesta más decisiva por parte de Estados Unidos.
Con todo, la Administración Bush se alarmó cuando Israel solicitó permisos de sobrevuelo a través del territorio de Irak, la ruta más viable para que aviones militares israelíes puedan llegar hasta el complejo de Natanz.
La Casa Blanca habría denegado tanto la solicitud de sobrevuelo a través de Irak como el material necesario para repostar aviones en vuelo.