(PD).- Malabo, la capital de Guinea Ecuatorial, se ha despertado esta mañana con el ruido de las balas. Un grupo de hombres armados ha intentado sin éxito asaltar el Palacio Presidencial, del que se encontraba ausente el presidente, Teodoro Obiang.
El intercambio de disparos, que se ha extendido al cercano barrio de Ela Nguema, ha durado cerca de tres horas, aunque en estos momentos la capital está tranquila, según informa el Ministerio de Exteriores de España, antigua metrópoli.
Madrid, en contacto con la embajada española, descarta que los asaltantes intentaran un golpe de Estado y señala que la colonia española en la ciudad está bien.
Pilar Cuadra, de la Dirección general de Comunicación Exterior del Ministerio español de Exteriores, ha informado a esta redacción de que «al parecer», el asalto «no tenía motivaciones políticas», sino que se trata tan sólo de un acto de «delincuencia». Ha explicado que, sobre las 5.30 de la mañana (hora local, 4.30 GMT), un grupo de hombres armados han llegado en lanchas con motores fuera borda a las inmediaciones del Palacio Presidencial de Malabo.
El intercambio de disparos entre los atacantes y los guardias del palacio ha durado hasta las ocho de la mañana y se ha extendido también al cercano barrio de Ela Nguema. Desde esa hora, la situación en la ciudad permanece tranquila, según Cuadra.
En contacto con el ministerio guineano de Interior, la agencia EFE asegura que los asaltantes, armados con fusiles Kalashnikov, han llegado en dos lanchas -una de las cuales ha sido destruida por las fuerzas de seguridad- al puerto de Malabo, a unos cinco kilómetros del palacio. Tras un intenso intercambio de disparos, han logrado acceder al complejo, según el ministro guineano del interior, Clemente Engonga.
Éste atribuye el ataque a miembros del Movimiento de Emancipación del Delta del Níger (MEND), pero no ha sabido detallar ni el número de atacantes ni a dónde han ido a parar tras el asalto, aunque dice que se les busca en las inmediaciones del puerto. Sí ha dicho que al menos un soldado guineano y un atacante han muerto en el tiroteo.
Tanto el ministro guineano como el Ministerio español de Exteriores insiten en que la ciudad permanece ahora tranquila. No obstante, es visible el despliegue de fuerzas militares, y cuya actividad se ha visto paralizada con el cierre de colegios, negocios y sedes oficiales.