(PD).- Francia ha despertado este jueves sumida en otra jornada de huelga general por la crisis económica. Después de la movilización del pasado 29 de enero, las ocho grandes centrales de Francia han vuelto a lanzar otra protesta de forma unitaria como consecuencia de los efectos de la crisis y la política del presidente, Nicolas Sarkozy.
Los datos de primera hora de la mañana mostraban que la actividad económica no estaba seriamente afectada, aunque la huelga se dejaba sentir en el transporte público, y en particular en los ferrocarriles, donde el movimiento se había iniciado ayer a las 20.00 hora local (19.00 GMT).
La compañía ferroviaria SNCF ha explicado en un comunicado que esta mañana a las 7.00 local (6.00 GMT) funcionaban, como estaba previsto, el 60% de los trenes de alta velocidad, el 45% de los regionales y entre el 45% y el 66% de los cercanías, lo que en este último caso es más de lo que había programado.
En las líneas internacionales entre Francia y España -al igual que los trenes de Barcelona a Zúrich y Milán que atraviesan Francia-, la pasada noche sólo circuló el talgo entre Madrid y París, y la próxima ni siquiera ése lo hará.
Transporte urbano
En el transporte urbano, la situación no era idéntica en todas las ciudades, pero en las más grandes la circulación de autobuses, tranvías y metros era casi como la de un día normal. En cuanto al transporte aéreo, el aeropuerto parisiense de Orly parecía ser uno de los más afectados, con varios vuelos anulados desde las primeras horas de un día en que Air France esperaba poder garantizar en esa plataforma el 70% de su programa habitual.
En relación a las conexiones con España, las protestas, según informa AENA a través de un comunicado, podrían afectar al tráfico aéreo europeo desde esta tarde a partir de las 19:00 horas hasta las 07:00 horas del viernes 20 de abril ya que las autoridades francesas podrían reducir la capacidad de su espacio aéreo. Como consecuencia de estas restricciones, añade el texto, se pueden registrar algunas demoras en España, principalmente en los vuelos que tienen como origen o destino los aeropuertos franceses y en los que sobrevuelen su espacio aéreo con destino a otros países europeos. Ante esta situación, AENA recomienda a los pasajeros que confirmen con las compañías aéreas el horario de sus vuelos.
Evaluación
Los sindicatos franceses de Francia esperan superar las cifras de manifestantes de ese día en las más de 200 marchas organizadas por todo el país. El éxito se evaluará en la medida en que se sobrepase la cifra de 2,5 millones de manifestantes que ese 29 de enero dieron los propios sindicatos (la policía había estimado un millón de personas en la calle), más que en los paros, que afectan esencialmente a las administraciones, la educación y los transportes públicos.
La huelga general del 29 de enero se dejó notar en el país pero no paralizó Francia, como se espera por parte de los convocantes. Sí sirvió para persuadir a Sarkozy. El presidente francés organizó una cumbre social el 18 de febrero con los sindicatos y la patronal, y anunció un paquete de medidas destinadas a las clases más desfavorecidas con un costo de 2.600 millones de euros. Pese a todo, la imagen del mandatario francés acusó el golpe por la crisis social.
