(PD).- Los opositores al Gobierno de Tailandia, llamados camisetas rojas por el color de las prendas que visten, han logrado paralizar este sábado una de las reuniones previstas en el marco de la cumbre que la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) celebra en Pattaya, al sur del país.
Los manifestantes han bloqueado los accesos del hotel donde se celebra el encuentro, lo que ha obligado al primer ministro de Tailandia, Abhisit Vejjajiva, a declarar el estado de excepción en la ciudad y a cancelar por motivos de seguridad la reunión.
Los activistas, que exigen la renuncia del primer ministro tailandés, Abhisit Vejjajiva, impidieron el paso a las delegaciones de los gobiernos de Japón, China y Corea del Sur cuando se dirigían al hotel para reunirse, por separado, con dirigentes de los diez países que conforman la ASEAN.
El portavoz del Ministerio de Exteriores, Tharit Charungvat, ha asegurado que el objetivo de los manifestantes no era atacar a los delegados que participan en la cumbre sino simplemente «humillar» al Gobierno. Pese a que Charungvat aseguró en un primer momento que la cumbre continuaría, la irrupción de los manifestantes en el interior del hotel ha forzado al Gobierno tailandés a dar por canceladas las reuniones. Algunos líderes asiáticos que se encontraban en el interior del edificio han tenido que ser evacuados en helicóptero.
16 países de Asia y Oceanía
En la 14ª Cumbre de la ASEAN participan los diez países miembros de esta organización (Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur, Tailandia, Brunei, Vietnam, Laos, Birmania y Camboya), además de China, Japón, Corea del Sur, India, Australia y Nueva Zelanda, para discutir sobre temas comerciales, temas económicos y seguridad regional, principalmente.
Los mandatarios llegaron ayer a Pattaya, a unos 180 kilómetros al este de Bangkok, a pesar de la amenaza de las manifestaciones por parte de los seguidores del ex primer ministro Thaksin Shinawatra, depuesto en 2006 tras un golpe militar. Las protestas persiguen forzar la renuncia de Vejjajiva, elegido en diciembre pasado por el Parlamento, y a quien los manifestantes acusan de haber sido nombrado por medio de procedimientos antidemocráticos.