(PD).- La Audiencia Nacional ha condenado a tres años de prisión al general Vicente Navarro por las identificaciones erróneas de 30 de los 62 cadáveres de los militares fallecidos en el accidente del Yak-42 en 2003, y a un año y medio al comandante José Ramírez y al capitán Miguel Sáez en concepto de cómplices.
La condena incluye dos años de inhabilitación para Navarro y uno para sus colaboradores, que formaron el equipo español encargado de identificar y repatriar los cuerpos, informa Miguel González. El presidente del tribunal ha rebajado la petición de cárcel del fiscal al considerar que no hay delito continuado de falsedad.
Tanto los condenados como las familias ya han anunciado que recurrirán la sentencia ante el Tribunal Supremo. Lo más probable es que Navarro no ingrese en prisión hasta que el Alto Tribunal no dicte una resolución pero, en caso de confirmar la decisión de la Audiencia Nacional, tendría que ir a la cárcel.
No ocurre lo mismo en el caso del comandante y capitán porque al no superar su condena los dos años de cárcel, si no tienen antecedentes el tribunal podría permitirles quedar en libertad.
LA ALUSIÓN AL EX MINISTRO FEDERICO TRILLO
En alusión al ex titular de Defensa Federico Trillo y los responsables del ministerio, la sentencia dice que el tribunal no puede pronunciarse sobre «la conducta de personas no acusadas y sobre las que en consecuencia no se han practicado pruebas».
Los familiares de las víctimas solicitaron que Trillo compareciera en el juicio como testigo, lo que fue rechazado por el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez.
Del relato probado de los hechos se desprende, según la sentencia, que el equipo turco advirtió a los acusados de realizar pruebas de ADN y que el general Navarro elaboró la lista en la que «aparentaba que todos los cuerpos habían sido identificados cuando lo cierto es que las identidades habían sido identificadas de forma aleatoria en 30 casos».
«El comandante y el capitán en la descripción de cadáveres eludieron conscientemente que los cuerpos estaban carbonizados». El tribunal considera responsable civil subsidiario al Ministerio de Defensa y absuelve a las aseguradoras.
El fiscal Fernando Burgos pidió en la vista oral cinco años de prisión para Navarro y cuatro años y medio para Ramírez y Sáez, mientras que los familiares de las víctimas solicitaron penas de entre tres y seis años.
Los tres militares enviados a Turquía por el Ministerio de Defensa estaban acusados de un delito de falsificación en documento oficial por haber faltado a la verdad cuando atribuyeron a 30 víctimas del accidente aéreo filiaciones que no eran las suyas.
FEDERICO TRILLO EN SUS PROPIAS PALABRAS
Se acaba de conocer la sentencia de la Audiencia Nacional sobre los 30 errores en las identificaciones de los 62 militares españoles fallecidos en el accidente del Yak 42.
Durante el desarrollo de la vista oral he guardado silencio por respeto a la Justicia, para no producir ni la menor interferencia en la culminación de un largo proceso de más de cinco años, y máxime cuando el Tribunal no consideró necesario ni mi testimonio ni el de mis colaboradores civiles.
Me impuse ese silencio frente a quienes, por el contrario, se han esforzado con contumacia en imputarme responsabilidades en un juicio paralelo en el que previamente ya me habían condenado.
Hoy, cuando ya la Justicia se ha pronunciado, y aun cuando la Sentencia no sea firme, me parece mi deber romper ese silencio.
Primero.- En primer lugar para reiterar, una vez más, mi respeto, mi reconocimiento y mi homenaje a las victimas del accidente: a todos y cada uno de los sesenta y dos militares que regresaban a España tras desempeñar ejemplarmente una misión internacional. Su memoria, como la de todos los militares que dieron su vida por España en el cumplimiento de su deber durante mi mandato, me acompañará siempre.
Segundo.- Desde primera hora de aquel trágico 26 de mayo de 2003, la atención de las familias de las víctimas fue la primera y principal preocupación de todo el Departamento de Defensa. Consideré mi deber viajar yo mismo a Trabzón acompañado de los mandos militares y de un equipo de médicos, también militares, para colaborar con las autoridades turcas sobre el terreno en el esclarecimiento de las causas del accidente y en la repatriación de los cadáveres de los sesenta y dos militares españoles. Los tres Jefes de Estado Mayor y el General Director de mi Gabinete Militar, quedaron encargados de contactar personalmente con todos los familiares y, tras notificarles nuestro pesar por la tragedia, ponernos absolutamente a su disposición.
Pusimos todo nuestro empeño en organizar el retorno y los funerales con la máxima dignidad, sin que en ningún momento –como se ha afirmado falsamente- tuviéramos ninguna noticia sobre errores en las identificaciones, que solo empezaron a cuestionarse muchos meses después.
Desde el primer momento, creamos una Oficina de Atención a las Familias y me dirigí por escrito a todas ellas, teniendo la oportunidad de recibir también a quienes lo solicitaron.
La Comisión Internacional que investigó el accidente ratificó en sus conclusiones que la causa del mismo se debió a un error humano de los pilotos.
Tercero.- Cuando, posteriormente, tuve conocimiento de los errores encontrados en las identificaciones, ofrecí públicamente, en el Congreso de los Diputados, mis más sinceras disculpas a las familias por ese nuevo sufrimiento añadido a su dolor, y la incertidumbre que ello les generaba. Lo hice entonces y lo reitero hoy de todo corazón.
Sostuve entonces que la actuación de quienes habían intervenido en la repatriación de los cuerpos, había sido de buena fe en todo momento. No lo ha entendido así la Audiencia Nacional. Tengo que respetar la Sentencia, pero no que compartirla, máxime cuando aún no es firme. Sigo pensando que los médicos militares actuaron al máximo de sus posibilidades y en circunstancias tan dramáticas como extraordinariamente difíciles. Y espero que pueda demostrarse en sucesivas instancias procesales.
Respeto la sentencia y pido también respeto a las personas. Para ellos, militares y compañeros al cabo, también está siendo este proceso enormemente doloroso y aflictivo.
Es verdad que la justicia no podrá acabar con el dolor, pero respetarla será para todos nuestro mejor homenaje.
Sobre la responsabilidad política
* Ni Trillo ni ninguno de sus colaboradores políticos han sido citados en la Sentencia. Tampoco fueron citados como testigos.
* Aun así, para los que han reclamado nuevas responsabilidades políticas, hay que recordar que:
* Como Ministro del Gobierno compareció varias veces en Pleno y en Comisión a petición propia y cuando fue requerido.
* En las elecciones siguientes de 2004, en plena polémica sobre las identificaciones revalidó su escaño al frente de la candidatura del PP en Alicante que fue la ganadora.
* Como Diputado de la oposición compareció en un Pleno extraordinario y ante la Comisión de Defensa.
* De nuevo, en las elecciones del 2008 se utilizó el tema y los electores de Alicante revalidaron su confianza por mayoría absoluta frente al ex Ministro Bernat Soria. A ellos se debe el escaño desde el que continuará trabajando por defender la verdad y la justicia, como ha sido siempre su norma de conducta.