(PD).- China ha asestado este miércoles un duro golpe a los grupos disidentes y pro derechos humanos del país. Tan sólo 20 días después del vigésimo aniversario de las protestas de Tiananmén, Pekín ha detenido a uno de los mayores críticos contra el régimen, al activista Liu Xiaobo, por incitar a la subversión al haber pedido el año pasado una revisión del sistema de partido único.
Liu, de 53 años, llevaba más de seis meses bajo custodia policial pese a no estar acusado de ningún delito, según Pekín, porque estaba siendo «investigado». Según la agencia de noticias Xinhua, las razones del arresto son «sus presuntas actividades con el propósito de subvertir el Gobierno y derrocar el sistema socialista».
Conocido activista y escritor, el detenido es uno de los firmantes de la Carta 08, una declaración abierta rubricada por un grupo de intelectuales que piden, entre otras medidas, promover un sistema judicial independiente, libertad de asociación y prensa, y el fin del régimen de partido único.
Es una de las caras más conocidas de la disidencia desde 1989, cuando se vio implicado de lleno en las protestas en favor de la democracia de la Plaza de Tiananmén, que acabaron en una matanza de civiles a manos del Ejército, hace ahora 20 años. La Carta 08 fue hecha pública en Internet el pasado mes de diciembre, coincidiendo con el 60º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El delito de «subversión» es utilizado frecuentemente por la justicia china contra los presos de conciencia, como en el caso de otro conocido activista condenado el año pasado, Hu Jia.
Liu ha sido encarcelado en varias ocasiones en los últimos 20 años, incluidos tres años de «reeducación» a los que fue condenado en 1996 por los delitos de libelo y desorden público después de criticar al Partido Comunista de China.
