(PD).- Los electores japoneses han escrito una nueva página de Historia al votar en masa por la oposición de centro-izquierda. En análisis de los medios locales ante la mayoría absoluta del Partido Democrático (PD) de Yukio Hatoyama apunta más a un voto de castigo a los conservadores -en el poder durante los últimos 54 años- que a la confianza en una formación en la que la mayoría de los miembros llega al Parlamento sin experiencia.
Casi la mitad de los diputados electos del PD se estrenarán la próxima legislatura en la Cámara de Representantes, según se desprende de los resultados electorales definitivos, que otorgan al hasta ahora partido opositor 308 de los 480 escaños que componen la Cámara Baja.
El batacazo electoral ha sido inapelable, pues el PD prácticamente triplica en número de escaños a los conservadores, que ha obtenido 119 en la Cámara de Representantes.
El propio Taro Aso, hasta ahora primer ministro nipón, ha admitido su fracaso a la hora de responder a los problemas sociales de Japón y ha reafirmado su responsabilidad en la histórica derrota. Como ya hizo el domingo tras conocer la fuerte caída de votos del Partido Liberal Demócrata (PLD) frente a los comicios de 2005 (119 escaños frente a 303), Aso dijo que dimitirá de la presidencia de esa fuerza política para que pueda tener un «nuevo comienzo».
La principal patronal empresarial de Japón ha reconocido el «significado histórico» y la «verdadera transición» que supone la llegada al poder del Partido Democrático (PD) de Yukio Hatoyama tras las elecciones generales de este domingo.
El presidente de la federación empresarial Nippon Keidanren, Fujio Mitarai, dijo en conferencia de prensa que «Japón ha entrado en una era donde la verdadera transición de Gobierno es posible por primera vez en la política de posguerra», en declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
