Las autoridades de Turquía capturaron a cerca de un centenar de militares por sus presuntos lazos con el clérigo islamista Fetulá Gulen.
Se trata de un grupo al que Ankara acusa del intento de golpe de Estado de 2016.
La Fiscalía de Esmirna (oeste) emitió durante la jornada órdenes de arresto contra más de 200 militares por sus supuestos vínculos con Gulen, tras lo que se han iniciado operaciones por parte de las fuerzas de seguridad en 25 ciudades del país.
La Policía ha indicado que entre los sospechosos hay siete coroneles, dos teniente coronel y nueve generales, antes de agregar que 98 de ellos están encuadrados en la Fuerza Aérea y 110 en el Ejército de Tierra, tal y como ha recogido la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
El presidente, Recep Tayyip Erdogan, y Gulen eran aliados políticos hasta que la Policía y la Fiscalía, supuestos simpatizantes del clérigo, según el Gobierno turco, abrieron una investigación sobre corrupción en 2013 contra varios altos cargos del Ejecutivo.
Entonces, el mandatario turco acusó al clérigo de conspirar y erigir un Estado paralelo para derrocar al Gobierno con ayuda de la Policía y medios simpatizantes, iniciando una campaña de arrestos que se recrudeció tras el intento de asonada.
El alcance de la persecución de las personas supuestamente vinculadas con la intentona ha alarmado a las organizaciones de Derechos Humanos y a aliados occidentales de Turquía, que han acusado a Erdogan de haber puesto en marcha una purga para acabar con todos los críticos con su gestión.
