Pedro Sánchez es como el algodón del famoso mayordomo de Tenn, que no engaña.
A la primera pasada ya se sabe de qué palo va y es normal que la desconfianza entre los líderes internacionales hacia su persona sea más que legendaria.
El último en no tener al presidente del Gobierno socialcomunista entre sus oraciones es el mandatario de Ucrania, Volodímir Zelenski.
El jefe del Ejecutivo ucraniano, tal y como cuenta este 27 de febrero de 2022 el digital Okdiario, ya ha hablado con 15 dirigentes internacionales y en esa relación no está Pedro Sánchez.
La relación de mandatarios contactados por Zelenski es más que selecta, empezando por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden.
También el jefe del Ejecutivo francés, Emmanuel Macron, está en esa lista, al igual que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen; el presidente de Canadá, Justin Trudeau y el mandatario finés, Sauli Niinistö.
El primer ministro italiano, Mario Draghi, el griego Kyryakos Mitsotakis, el suizo Ignacio Cassis, el hindú Narendra Modi, el turco Recep Tayyip Erdogan, el azerí Ilham Aliyev, el neerlandés Mark Rutte, el checo Petr Fiala, el polaco Andrzej Duda y con el británico Boris Johnson son otros de los presidentes que han sido llamados por Zelenski.
El presidente de Ucrania también descolgó el teléfono para departir unos minutos con el Papa Francisco quien reconoció seguir muy preocupado la situación bélica provocada por el dictador Vladímir Putin.
UNAS FOTOS QUE RETRATAN AL MANDATARIO SOCIALCOMUNISTA
El problema para Pedro Sánchez es que desde el minuto uno de las crisis entre Rusia y Ucrania, devenida finalmente en una invasión rusa, las grandes potencias no han tenido en consideración a España.
Desde el Palacio de La Moncloa se intentó vender a bombo y platillo que el presidente del Gobierno estaba más que preocupado ante la situación de tensión que se vivía en la frontera ucraniana.
Y para ello no tuvieron mejor idea sus asesores que lanzarse a fotografiar a Sánchez en su despacho, teléfono en ristre, como si estuviera llamando a medio planeta para intentar evitar lo que al final se ha demostrado que era imposible de atajar.
Lo que sucede es que tras esas imágenes, a Pedro Sánchez se le borró, literalmente, de cualquier reunión de alto nivel para tratar la crisis en Ucrania.
Para Rodríguez, el Ejecutivo Sánchez sí había estado representado porque España forma parte de la UE. Es lo que se llama agarrarse a un clavo ardiendo.
GARZÓN Y COMPAÑÍA ECHAN MÁS LEÑA AL FUEGO
Por si fuera poco, tampoco ayuda nada a que España recupere su prestigio internacional el hecho de contar en el Consejo de Ministros con gente como Yolanda Díaz, Alberto Garzón o Ione Belarra.
Estos responsables ministeriales están del lado de quienes consideran al Gobierno de Ucrania como un «nido de neonazis».
Con posturas de esa guisa, normal que el presidente Volodímir Zelenski evite en la medida de lo posible cualquier tipo de contacto con Pedro Sánchez, al que ve como rehén de unos socios que comparten ideología con el sátrapa de Vladímir Putin.
Lo descacharrante es que encima la turba comunistoide ponga al mismo nivel al asesino Putin y a la Alianza Atlántica. De traca.