Benjamin Netanyahu, rechazó este miércoles la posibilidad de una tregua con el movimiento terrorista Hamás y enfatizó la necesidad de continuar con la «presión militar» hasta lograr una «victoria absoluta» en la Franja de Gaza. Insistió en que solo mediante una ofensiva militar se podría poner fin a Hamás y liberar a más de cien rehenes israelíes que aún están cautivos en la región, en el día 124 del conflicto.
Netanyahu desestimó una propuesta de tregua en tres fases presentada por Hamás, argumentando que las condiciones no eran aceptables para Israel. Destacó los avances del Ejército desde el inicio de la invasión terrestre en Gaza como un éxito sin precedentes y afirmó que seguir presionando militarmente a Hamás era prioritario.
Además, aseguró que una vez que se hayan eliminado las milicias palestinas, Gaza será desmilitarizada permanentemente. Expresó su determinación de continuar la ofensiva, incluso se especula que las tropas israelíes planean operaciones en el extremo sur del enclave, Rafah, después de asegurar Jan Yunis.
Sin embargo, las posiciones de Netanyahu no concuerdan con las demandas de las familias de los rehenes, quienes instan al Gobierno a llegar a un acuerdo con Hamás a cualquier costo para garantizar la liberación de sus seres queridos. Algunos temen por la vida de los rehenes mientras continúa la ofensiva.
En medio de esto, Antony Blinken, Secretario de Estado de Estados Unidos, visitó Israel para discutir la posibilidad de un alto el fuego con Hamás. Las autoridades cataríes y egipcias, principales mediadores en el conflicto, se espera que continúen las conversaciones en El Cairo.
Hamás, por su parte, criticó la postura de Netanyahu, calificándola como una muestra de su intención de cometer «un genocidio contra el pueblo palestino». Osama Hamdan, alto cargo de Hamás, declaró desde Beirut que harían todo lo posible para proteger a su pueblo, ya sea mediante la resistencia en el terreno o esfuerzos políticos para detener la agresión.