Conocido también como la banda Baader-Meinhof, este grupo de orientación marxista, que abogaba por la lucha armada, estuvo activo entre las décadas de 1970 y 1990 y se le atribuyen al menos 33 asesinatos, así como secuestros y atentados con explosivos.
Nacida en 1958 en Karlsruhe (sur), Klette fue detenida gracias a una huella dactilar en el distrito berlinés de Kreuzberg. En su residencia, la policía encontró munición, según los medios locales.
Klette, junto con sus compañeros Ernst-Volker Staub y Burkhard Garweg, está acusada de intento de homicidio y varios robos con violencia cometidos después de pasar a la clandestinidad tras la disolución de la RAF en 1998. Desde entonces, la justicia alemana ha estado persistentemente buscando a los que se conocen como los ‘pensionistas de la RAF’.
El pasado 9 de febrero, la Fiscalía de Verden informó que en los últimos meses habían surgido nuevos indicios como resultado de diversas acciones, incluidos registros en los domicilios de familiares de Garweg. En ese momento, la Fiscalía señaló que seguía siendo «incierto» si los acusados, que fueron colocados en 2020 en la lista de los más buscados de la Europol, se encontraban en Alemania o en el extranjero.
La hipótesis de los investigadores es que el trío vivió en Alemania al menos entre 1999 y 2016 con la ayuda de terceros y cometió en ese período varios robos con violencia, no por motivos políticos, sino para financiar su vida clandestina.
El grupo, que pertenecía a la llamada ‘tercera generación’ de la RAF, fue responsable, entre otros, del asesinato del fiscal general del Estado Siegfried Buback y, en 1989, del presidente de Deutsche Bank, Alfred Herrhausen, en un atentado con explosivos.