Según el SBU, dos coroneles de la unidad de protección del gobierno fueron detenidos por su presunta participación en una red de agentes del Servicio de Seguridad estatal de Rusia (FSB).
El plan incluía la búsqueda de guardaespaldas dispuestos a secuestrar y asesinar al presidente Zelensky, así como a otros altos cargos como el jefe de inteligencia militar, Kyrylo Budanov, y el jefe del SBU, Vasyl Malyuk. Se reveló que el grupo tenía la intención de llevar a cabo el ataque antes de la Pascua ortodoxa, que tuvo lugar el pasado 5 de mayo del presente año.
El SBU señaló que los conspiradores tenían la intención de obtener información sobre la ubicación de los objetivos a través de un espía, para luego llevar a cabo un ataque utilizando cohetes y drones. Uno de los agentes detenidos ya había adquirido drones y minas antipersonales, según informó el SBU.
El jefe del SBU, Malyuk, declaró que el supuesto ataque era un intento de «regalo» para Putin antes de su toma de posesión, refiriéndose al presidente ruso Vladimir Putin, quien prestó juramento para un quinto mandato el 7 de mayo en el Kremlin. Malyuk afirmó que la operación fue un fracaso para los servicios especiales rusos, pero advirtió sobre subestimar al enemigo, señalando su fortaleza y experiencia.
Los dos funcionarios ucranianos detenidos enfrentan cargos de traición y preparación de actos terroristas. El SBU también afirmó que tres empleados del FSB supervisaron la organización y el intento de ataque, incluyendo a Dmytro Perlin, quien ha estado reclutando agentes desde antes de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, y a Oleksiy Kornev, quien habría mantenido reuniones conspirativas con uno de los coroneles ucranianos detenidos antes de la invasión.
Se informó que las fuerzas rusas han estado intentando asesinar al presidente Zelensky desde el inicio de la guerra. El mes pasado, un ciudadano polaco fue arrestado y acusado de colaborar con los servicios de inteligencia rusos para facilitar un posible asesinato de Zelensky.
