El coronel Rabih Alenezi, quien recibió la orden de desalojar a una tribu en el desierto para dar paso a The Line, afirma que uno de los residentes fue fatalmente tiroteado durante las protestas contra el desalojo.
Neom, una ecorregión de Arabia Saudita valuado en US$500.000 millones, es parte de la estrategia Saudi Vision 2030 del reino para diversificar su economía. El proyecto insignia, The Line, ha sido promocionado como una ciudad futurista sin automóviles, pero su desarrollo ha desplazado a más de 6.000 personas, según el gobierno saudita, una cifra que activistas de derechos humanos consideran mayor.
El coronel Alenezi reveló que recibió la orden de usar fuerza letal contra quienes se resistieran al desalojo, aunque él evitó participar en la misión. Sin embargo, un residente, Abdul Rahim al-Huwaiti, fue fatalmente tiroteado durante el desalojo. Mientras las autoridades sauditas alegaron que actuaron en defensa propia, organizaciones de derechos humanos y la ONU afirman que Al-Huwaiti fue asesinado simplemente por resistirse al desalojo.
Aunque la BBC no pudo verificar de forma independiente las afirmaciones del coronel Alenezi, una fuente familiarizada con el funcionamiento de la inteligencia saudita afirmó que su testimonio era coherente con lo conocido sobre tales misiones.
El desarrollo de Neom ha generado críticas tanto dentro como fuera de Arabia Saudita. Los desalojos forzados han resultado en detenciones y procesamientos, con algunos residentes arrestados simplemente por expresar su descontento en redes sociales. A pesar de las promesas de compensación, los desplazados han recibido sumas considerablemente menores de lo prometido, según activistas de derechos humanos.
El coronel Alenezi, actualmente exiliado en el Reino Unido, reveló que se le ofreció una suma considerable para asistir a una reunión en la embajada saudita en Londres, pero se negó por temor a represalias. Su historia refleja un conflicto entre la visión de desarrollo del príncipe heredero Mohammed bin Salman y las consecuencias humanas de sus proyectos, algo que ha llevado a algunos involucrados, como Alenezi, a cuestionar su participación en tales acciones.