Estados Unidos ha expresado su preocupación por el uso de armas estadounidenses por parte de Israel en Gaza, considerando que en algunos casos ha sido inconsistente con el derecho internacional humanitario.
Aunque el Departamento de Estado entregó un informe detallado al Congreso, no encontró suficiente evidencia para detener el envío de ayuda militar a Israel.
El informe reconoce que Israel posee los medios para evitar víctimas civiles, pero cuestiona si ha utilizado efectivamente las armas estadounidenses para ese fin, especialmente debido a los altos niveles de víctimas civiles en el conflicto. Sin embargo, debido a la complejidad del conflicto en Gaza, el Departamento de Estado no puede concluir que Israel haya violado el derecho internacional de manera intencional.
A pesar de estas preocupaciones, Estados Unidos continuará proporcionando ayuda militar a Israel, especialmente porque Israel ha iniciado procesos para buscar responsabilidades por posibles violaciones del derecho internacional.
El informe también descarta que Israel haya obstaculizado intencionalmente la entrada de ayuda humanitaria en Gaza, aunque reconoce la grave escasez de alimentos y las altas cifras de muertes como resultado del conflicto.
Este informe, conocido como NSM-20, fue solicitado por el presidente Joe Biden en febrero, como parte de un requerimiento para que los países que reciben ayuda militar de EE. UU. den garantías por escrito de su cumplimiento del derecho internacional y de no obstruir la ayuda humanitaria proporcionada por EE. UU.
Es importante destacar que la publicación de este informe no está relacionada con la reciente decisión de Biden de suspender temporalmente el envío de un gran paquete de armamento a Israel, debido a preocupaciones sobre su posible uso en la ciudad de Rafah en Gaza.
Estados Unidos sigue siendo el principal proveedor de armas a Israel y uno de sus aliados más importantes, con el 69% de las armas importadas por Israel entre 2016 y 2023 provenientes de EE. UU., según datos del Stockholm International Peace Research Institute.