La resolución fue aprobada con 14 votos a favor y una abstención de Rusia. Es la cuarta resolución del Consejo de Seguridad sobre la guerra en Gaza, aunque las anteriores no han sido efectivas debido a la negativa de Israel a detener el conflicto, que ha causado más de 37.000 muertes.
El documento envía un mensaje claro a Hamás: aceptar el alto el fuego propuesto. Israel ya ha mostrado su conformidad con el acuerdo, y los combates podrían cesar hoy si Hamás también lo acepta, según la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield. No obstante, el gobierno israelí ha sido ambiguo sobre los términos del plan.
La resolución, que cuenta con un apoyo casi unánime, solicita la aprobación de la tregua y pide un «alto el fuego inmediato y la liberación de los rehenes» en manos de Hamás. Inicialmente, la propuesta estadounidense contenía exigencias solo dirigidas a Hamás, pero la versión final «urge a ambas partes a implementar los términos sin demora ni condiciones».
El texto rechaza cualquier intento de modificación territorial o demográfica en Gaza, incluyendo acciones para reducir el territorio, enviando un mensaje a la facción más dura del gobierno israelí y buscando apoyo entre los países árabes.
El último párrafo de la resolución destaca la importancia de unificar Gaza y Cisjordania bajo la Autoridad Palestina (AP), excluyendo implícitamente a Hamás, un punto controvertido dado el poco apoyo de la AP entre los palestinos de Gaza. «Ahora estamos esperando que Hamás acepte el alto el fuego que dice desear, pero no podemos esperar indefinidamente», recalcó la embajadora.
El plan de paz resumido por Thomas-Greenfield incluye la liberación de los rehenes, garantiza la seguridad de Israel, permite aumentar la ayuda humanitaria y los servicios esenciales como electricidad y atención médica, y prepara el terreno para un arreglo político.
Hasta ahora, ha habido tres resoluciones sobre la guerra en Gaza en noviembre, diciembre y marzo, que solicitaban el cese de hostilidades o la entrada de ayuda humanitaria, pero ninguna se ha implementado en el terreno, a pesar de su carácter vinculante.