Desde Nahariya, ciudad cercana a la frontera libanesa, Netanyahu se enfatizó que el objetivo principal es reconstruir el norte de Israel y permitir el regreso de los más de 60.000 evacuados.
Netanyahu reiteró la determinación de Israel de mantener el alto el fuego con «mano de hierro», respondiendo a cualquier violación.
Durante una reunión con el alcalde de Nahariya, Ronan Marli, el primer ministro agradeció su liderazgo y prometió desarrollo industrial y beneficios fiscales para la región.
El mandatario israelí calificó de «grave violación» un reciente ataque de Hizbulá contra una posición militar israelí, al que Israel respondió con bombardeos en el sur del Líbano
Netanyahu aseguró que Israel está comprometido con el alto el fuego, pero no tolerará violaciones, afirmando que «el norte estará tranquilo, prosperará y florecerá».
Desde el inicio de la tregua, ambas partes se han acusado mutuamente de incumplimientos.
Israel ha continuado sus operaciones en el sur, amparándose en acuerdos con Estados Unidos.
El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, advirtió sobre una posible ofensiva contra todo el Líbano si la tregua fracasa.