Los golpes quirúrgicos de los israelíes aniquilan a la cúpula militar y nuclear iraní

La mano invisible del Mossad: Israel ha matado a tres de los hombres más poderosos de Irán

La llamada "Operación León Naciente" es una ofensiva sin precedentes dentro de Irán, que ha eliminado líderes clave y desmantelado infraestructuras nucleares y militares

Hossein Salami, Ali Shamkhani y Mohammad Bagheri
Hossein Salami, Ali Shamkhani y Mohammad Bagheri. PD

La tensión entre Israel e Irán ha alcanzado un nuevo clímax esta semana tras una serie de ataques secretos, planificados y ejecutados por el Mossad en el corazón del territorio iraní.

La madrugada del viernes 13 de junio de 2025, explosiones sacudieron instalaciones militares, centros de mando y plantas nucleares estratégicas.

El saldo es demoledor para la cúpula militar iraní: varios de sus hombres más poderosos han muerto o han resultado gravemente heridos.

El método, la precisión y el alcance de la operación revelan la sofisticación del aparato de inteligencia israelí y la vulnerabilidad del régimen iraní ante las operaciones encubiertas.

La llamada «Operación León Naciente» fue mucho más que un simple ataque aéreo. Según fuentes israelíes y medios internacionales, el Mossad desplegó un plan en tres fases:

  • Infiltración previa: Comandos especiales lograron introducirse en el centro de Irán semanas antes del ataque. Estos equipos desplegaron sistemas avanzados de armamento guiado de precisión cerca de baterías de misiles tierra-aire, en zonas abiertas pero estratégicamente seleccionadas. Los dispositivos se activaron al inicio del ataque para neutralizar las defensas aéreas iraníes, abriendo paso a los cazas israelíes sin apenas resistencia.
  • Tecnología oculta en vehículos: Israel introdujo tecnologías ofensivas avanzadas en vehículos iraníes, que se activaron durante la ofensiva para destruir objetivos sensibles. Esta táctica permitió atacar desde dentro, minimizando el tiempo de reacción iraní.
  • Base secreta de drones explosivos: El Mossad estableció una base secreta para drones suicidas cerca de Teherán semanas antes del ataque. Estos drones atacaron rampas de lanzamiento de misiles tierra-tierra en la base de Ashfaq Abad, una amenaza directa para Israel.

Las imágenes divulgadas por el propio Mossad muestran a sus agentes operando dentro del territorio iraní y detonando con precisión quirúrgica los sistemas antiaéreos enemigos. La operación culminó con intensos bombardeos aéreos coordinados con estas acciones terrestres.

Objetivos golpeados: descabezamiento militar y nuclear

Entre los fallecidos figuran figuras clave del régimen:

  • Mohammad Bagheri, jefe del Estado Mayor
  • Hossein Salami, comandante de la Guardia Revolucionaria
  • Gholam Ali Rashid, comandante de la Fuerza Jatam al Anbiya

Además, otros altos cargos como Ali Shamkhani, asesor directo del líder supremo iraní, han resultado gravemente heridos. Los ataques no solo destruyeron infraestructuras militares —incluidas plantas nucleares como Natanz— sino que también eliminaron a científicos nucleares y expertos clave en el programa atómico iraní.

Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), Israel y Irán presentan marcadas diferencias en sus capacidades militares, evaluadas mediante métodos oficiales y de código abierto para ofrecer estimaciones confiables. Aunque otras organizaciones, como el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo, realizan análisis similares, la precisión puede variar debido a la opacidad de datos en países como Irán. Sin embargo, Nicholas Marsh del Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (PRIO) destaca que el IISS es un referente global en estas evaluaciones.

En términos de presupuesto, Israel supera significativamente a Irán. En 2022 y 2023, el gasto militar de Israel alcanzó los 19.000 millones de dólares, más del doble de los 7.400 millones de Irán, representando también el doble en proporción al PIB. Esta ventaja financiera se traduce en superioridad tecnológica, especialmente en la fuerza aérea. Israel cuenta con 340 aviones de combate, incluyendo los avanzados F-35 furtivos y F-15 de largo alcance, mientras que Irán dispone de unos 320 aviones, muchos obsoletos como los F-4 y F-14, con problemas para obtener repuestos.

La defensa antimisiles de Israel, con sistemas como la Cúpula de Hierro y Flecha, es un pilar clave, demostrando su eficacia contra ataques iraníes en 2023, según Uzi Rubin. En contraste, Irán lidera en misiles balísticos, con más de 3.000 unidades, el arsenal más grande de Oriente Medio, y ha desarrollado drones de largo alcance. En el ámbito naval, Irán tiene 220 barcos, frente a los 60 de Israel, pero muchos son antiguos. En ciberseguridad, Israel es más vulnerable debido a su dependencia tecnológica, aunque ambos países han ejecutado ciberataques significativos.

Geográficamente, Irán, con 89 millones de habitantes y 600.000 soldados activos, supera a Israel, con 10 millones y 170.000 soldados. Sin embargo, la ventaja tecnológica y financiera de Israel equilibra la balanza en un potencial conflicto.

Contexto y antecedentes: una escalada anunciada

El enfrentamiento entre Israel e Irán tiene décadas de historia, pero este asalto marca un salto cualitativo por varias razones:

  • Israel ya había demostrado su capacidad para llevar a cabo asesinatos selectivos —como el reciente ataque al consulado iraní en Damasco o contra líderes proiraníes en Beirut—, pero nunca antes había descabezado simultáneamente tanta cúpula militar dentro del propio Irán.
  • El régimen iraní ha invertido enormes recursos en proteger sus instalaciones estratégicas. Sin embargo, las sucesivas filtraciones demuestran que ni siquiera los bunkers más protegidos pueden resistir un golpe coordinado desde dentro por el Mossad.
  • La operación es fruto de años de trabajo acumulado en inteligencia humana (HUMINT) y tecnológica (SIGINT), con agentes infiltrados y alianzas secretas en la región.

¿Por qué ahora? El juego geopolítico detrás del golpe

El momento elegido responde a varios factores:

  • El aumento reciente de ataques contra intereses israelíes en Siria e Irak por parte de milicias proiraníes.
  • La evidencia —revelada por servicios occidentales— sobre avances sustanciales en el programa nuclear iraní.
  • El deseo israelí de enviar un mensaje claro tanto a Teherán como a otras potencias regionales sobre su capacidad para actuar preventivamente cuando percibe amenazas existenciales.

En palabras recogidas por analistas internacionales: “Israel busca no solo frenar el programa nuclear iraní sino también debilitar las palancas regionales del régimen”. La estrategia podría anticipar nuevas oleadas contra milicias aliadas de Irán fuera del país.

Reacción internacional y futuro incierto

La comunidad internacional observa con inquietud. Estados Unidos ha mantenido silencio oficial mientras Europa pide contención. Rusia y China critican duramente la operación israelí, temiendo una escalada regional.

Dentro de Irán crece el desconcierto. El aparato político permanece intacto —por ahora— pero se percibe un vacío tras la desaparición repentina de sus jefes militares. Las redes sociales reflejan confusión e indignación; algunos piden venganza inmediata, otros cuestionan la capacidad real del régimen para protegerse.

En Tel Aviv, la opinión pública respalda mayoritariamente la acción: consideran que evitaron un peligro inminente al cortar cabezas clave tanto en lo militar como en lo nuclear.

Lo que viene

Las próximas semanas serán decisivas:

  • Irán podría responder directamente o activar sus milicias aliadas fuera del país.
  • Israel se prepara para posibles ataques asimétricos o cibernéticos.
  • Las instituciones políticas iraníes han sido “perdonadas” esta vez, según fuentes israelíes, pero podrían convertirse pronto en objetivo si persiste la escalada.

Un giro histórico en la guerra secreta

La operación supone un antes y un después en las guerras encubiertas entre ambos países. Por primera vez, Israel ha demostrado no solo su capacidad tecnológica sino también su dominio absoluto sobre el terreno enemigo mediante inteligencia profunda e infiltración humana.

En definitiva, este episodio redefine las reglas del enfrentamiento entre dos potencias regionales y advierte sobre los riesgos crecientes para toda la región si no se abre pronto una vía diplomática realista. El Mossad ha mostrado que su mano invisible puede golpear donde menos se espera y con consecuencias imprevisibles para el equilibrio geopolítico global.

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