Kim Jong-un, el líder supremo de Corea del Norte, es un tipo excéntrico y tiránico, rodeado de un culto a la personalidad que lo eleva a un estatus casi divino.
Entre sus excentricidades destacan su gusto por el lujo desenfrenado, como relojes caros, autos de alta gama y jets privados, a pesar de las sanciones internacionales y la pobreza extrema de su país; incluso se le ha visto luciendo cortes de pelo peculiares y organizando eventos masivos para glorificar su imagen.
Recientemente, ha mostrado un súbito amor por Vladimir Putin, fortaleciendo la alianza entre Corea del Norte y Rusia mediante un pacto de defensa mutua firmado en junio de 2024.
Esta relación se ha intensificado con el envío de miles de soldados norcoreanos a apoyar a Rusia en Ucrania, gestos públicos de Kim llorando por sus tropas caídas en el conflicto y eventos culturales conjuntos en Pyongyang, reflejando una camaradería estratégica que incluye intercambios de tecnología militar y regalos como una limusina rusa de lujo.
El anuncio del inminente envío de hasta 30.000 soldados norcoreanos para reforzar la ofensiva rusa en Ucrania supone un hito sin precedentes en la colaboración militar entre Pyongyang y Moscú.
Esta noticia, confirmada por servicios de inteligencia y autoridades ucranianas, cambia las reglas del juego en el conflicto europeo más sangriento del siglo XXI.
Las primeras informaciones, que se han hecho públicas en las últimas horas, indican que el régimen de Kim Jong-un no solo triplica su compromiso militar con Rusia sino que además busca consolidar su papel como aliado estratégico del Kremlin.
El despliegue sería gradual, con entre 25.000 y 30.000 efectivos listos para llegar a territorio ruso durante los próximos meses.
Un contexto de desgaste y nuevas estrategias en el frente oriental
La decisión norcoreana llega cuando el ejército ruso ya ha iniciado una nueva ofensiva de verano. Las fuerzas rusas han avanzado en regiones clave como Donetsk y Sumy, tratando de aprovechar su superioridad numérica y la falta de suministros occidentales a Ucrania. Sin embargo, estos avances han tenido un coste humano altísimo: las bajas rusas superan ya el millón entre muertos y heridos, según estimaciones independientes.
El presidente ruso Vladimir Putin busca explotar cualquier ventaja táctica antes de que los aliados occidentales reactiven su apoyo militar a Kiev. La llegada masiva de tropas norcoreanas puede permitir a Moscú mantener o incluso incrementar la presión sobre las líneas ucranianas en puntos estratégicos, especialmente donde sufre mayores dificultades logísticas o falta de personal propio.
Los expertos coinciden en que este refuerzo podría tener impacto táctico limitado pero relevante: Rusia emplea ahora tácticas menos convencionales, como el uso masivo de drones y pequeños vehículos rápidos para infiltrarse en las defensas ucranianas, mientras Ucrania trata de resistir gracias a su propia «muralla de drones» que ralentiza cualquier avance significativo.
Un movimiento calculado: intereses mutuos entre Putin y Kim Jong-un
Este acuerdo militar responde a intereses estratégicos claros para ambos regímenes:
- Para Moscú, los soldados norcoreanos representan un recurso humano crucial para sostener la ofensiva sin agotar aún más sus propias reservas.
- Para Pyongyang, se trata de una oportunidad única para ganar influencia internacional, acceder a tecnología militar rusa y enviar un mensaje desafiante a Occidente.
El propio Kim Jong-un ha homenajeado públicamente a los soldados caídos en Ucrania y ha reforzado la propaganda interna sobre la «causa común» con Rusia contra lo que denomina «el imperialismo occidental». Esta retórica refuerza su control absoluto sobre una población aislada, mientras muestra músculo ante sus propios aliados y rivales regionales.
¿Qué puede cambiar realmente sobre el terreno?
Los analistas advierten que el impacto directo del contingente norcoreano dependerá de varios factores:
- Capacidad logística rusa para integrar tropas extranjeras.
- Nivel real de entrenamiento y equipamiento de los soldados enviados por Pyongyang.
- Grado de autonomía operativa concedida por Moscú al contingente norcoreano.
En cualquier caso, este movimiento tensiona aún más el tablero geopolítico. La OTAN, Estados Unidos y la Unión Europea han condenado rotundamente la maniobra, aunque por ahora descartan una intervención directa más allá del apoyo material a Kiev.
La situación sigue marcada por una enorme incertidumbre: mientras algunos expertos consideran improbable un derrumbe total de las defensas ucranianas, otros alertan del riesgo real de que Rusia logre avances territoriales importantes si logra mantener la presión durante el verano, especialmente si Occidente tarda en desbloquear nuevos paquetes de ayuda militar.
Diez curiosidades sobre Kim Jong-un: el tirano tras el envío masivo
La figura omnipresente y opaca de Kim Jong-un sigue fascinando e inquietando al mundo. Aquí diez hechos poco conocidos sobre uno de los líderes más herméticos:
- Educación suiza: Pasó parte de su adolescencia estudiando bajo identidad falsa cerca de Berna.
- Fanático del baloncesto: Es admirador declarado de Michael Jordan y amante del baloncesto estadounidense.
- Obsesión con el queso Emmental: Tiene debilidad por este producto suizo desde su juventud.
- Colección exclusiva: Posee una flota privada con decenas de coches deportivos europeos.
- Cirugía estética secreta: Diversos rumores apuntan a varias intervenciones para parecerse más a su abuelo Kim Il-sung.
- Miedo al vuelo internacional: Prefiere desplazarse largas distancias en tren blindado por temor a atentados o sabotajes.
- Régimen hipermilitarizado: Más del 20% del PIB nacional se destina al gasto militar.
- Censura extrema: El acceso a internet está restringido casi totalmente; solo una élite tiene acceso controlado.
- Ejecuciones públicas: Ha ordenado ejecuciones brutales incluso contra miembros cercanos del círculo familiar o político.
- Propaganda personalista: Exige ser representado como un genio militar e intelectual desde niño.
Estos elementos ayudan a entender mejor el perfil psicológico y político detrás del líder que hoy decide intervenir activamente en la guerra europea más decisiva desde 1945.
Un futuro incierto para Ucrania… y para Europa
Con este nuevo capítulo se abre una etapa aún más peligrosa e imprevisible en la guerra. El efecto dominó geopolítico es claro:
- Rusia refuerza su capacidad ofensiva con apoyo externo inédito.
- Corea del Norte gana visibilidad e influencia global.
- Occidente enfrenta el dilema entre escalar el apoyo a Ucrania o buscar salidas diplomáticas cada vez menos viables.
Mientras tanto, miles de familias ucranianas siguen huyendo ante cada nuevo avance ruso apoyado ahora por tropas extranjeras. La guerra entra así en una fase aún más internacionalizada, con consecuencias potencialmente desestabilizadoras mucho más allá del Donbás.