La guerra en Gaza vive una nueva fase marcada por el anuncio del ministro de Defensa israelí, Israel Katz, que ha ordenado al ejército preparar un plan para concentrar a la población palestina desplazada en una zona restringida, bautizada como “ciudad humanitaria”, levantada sobre las ruinas de Rafah, en el extremo sur de la Franja.
Este movimiento llega justo cuando Israel consolida su posición como superpotencia militar indiscutida en Oriente Próximo tras sus recientes operaciones contra Irán y la resistencia palestina.
El proyecto presentado por Katz plantea reunir a unos 600.000 palestinos en un campamento vigilado y gestionado por organismos internacionales, aunque bajo el control militar indirecto de Israel. Las personas solo podrán acceder tras ser registradas e investigadas para descartar la presencia de miembros de Hamas, y una vez dentro no podrán salir salvo para migrar fuera del enclave. El plan incluye la creación de nuevos puntos de distribución de ayuda humanitaria y pretende fomentar una emigración voluntaria de la población gazatí.
Actualmente, Rafah y su entorno costero —especialmente la zona de Mawasi— albergan a la inmensa mayoría de los desplazados internos de Gaza, fruto de los meses de ofensiva militar israelí que ha devastado el enclave. La propuesta llega mientras se negocia un posible alto el fuego mediado por Estados Unidos y Qatar, con el presidente estadounidense Donald Trump ejerciendo presión directa sobre el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu para alcanzar una tregua que permita avanzar en las conversaciones sobre rehenes y asistencia humanitaria.
Un «nuevo Oriente Medio»: Israel reconfigura el tablero regional
El anuncio se produce días después del cese temporal de hostilidades entre Israel e Irán, tras una breve pero intensa campaña militar lanzada por Tel Aviv contra instalaciones nucleares y mandos iraníes. Fuentes militares israelíes consideran que han destruido casi todos sus objetivos estratégicos, desde defensas aéreas hasta complejos nucleares, mientras que la respuesta iraní ha sido contenida y simbólica. Esta ofensiva ha servido para demostrar —y consolidar— la supremacía militar israelí frente a todos sus adversarios tradicionales.
- Israel ha logrado neutralizar, al menos temporalmente, la amenaza nuclear iraní.
- Ha limitado significativamente el papel regional de actores como Hezbolá o las milicias iraquíes.
- Ha reforzado su alianza con Estados Unidos, que ha intervenido directamente con bombardeos selectivos sobre instalaciones nucleares iraníes.
En palabras del presidente israelí Isaac Herzog, «nuestro objetivo es cambiar la realidad en Oriente Medio», reflejando una estrategia más amplia destinada no solo a defenderse sino a dar forma activa al futuro político y de seguridad regional. El país busca debilitar el llamado “eje de resistencia” liderado por Irán y reforzar un entorno favorable a sus intereses estratégicos.
Control sobre Gaza: entre la hegemonía militar y las dudas éticas
La decisión de crear una ciudad-campamento única para los gazatíes no está exenta de controversia. Organizaciones internacionales han rechazado colaborar bajo un sistema gestionado por Tel Aviv, subrayando los riesgos inherentes a un modelo que recuerda más al confinamiento masivo que a una solución humanitaria sostenible. De hecho:
- La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), único actor internacional operativo en coordinación con Israel, se ha desmarcado públicamente de cualquier plan para zonas humanitarias “de tránsito” orientadas al destierro o desradicalización forzosa.
- Informes recientes apuntan a que las condiciones humanitarias dentro del enclave siguen deteriorándose rápidamente: ataques recientes han matado al menos a 41 personas solo este martes, muchas mientras buscaban alimentos o refugio en escuelas y campamentos improvisados.
Israel justifica estas medidas como parte de un esfuerzo para aislar a Hamas del resto de la población civil y facilitar una eventual salida negociada al conflicto. Sin embargo, las organizaciones humanitarias advierten que esta política podría equivaler en la práctica a un confinamiento indefinido sin perspectivas reales para los derechos civiles ni retorno seguro a los hogares originales.
Antecedentes: ¿Victoria total o hegemonía frágil?
La percepción ampliamente extendida —tanto dentro como fuera de Israel— es que el país ha vencido militarmente a todos sus enemigos directos. La campaña relámpago contra Irán, la destrucción sistemática del aparato militar palestino en Gaza y la contención efectiva de Hezbolá sitúan hoy a Israel como potencia hegemónica indiscutida en Oriente Próximo. Sin embargo:
- Analistas advierten que esta hegemonía es ante todo militar y carece todavía de un horizonte político estable.
- El régimen iraní mantiene capacidades latentes para reconstruir su programa nuclear; el Organismo Internacional de Energía Atómica desconoce actualmente el paradero exacto del uranio enriquecido iraní restante.
- La población gazatí enfrenta un futuro incierto: sin acceso libre a ayuda humanitaria ni garantías mínimas para su seguridad o dignidad.
Perspectivas: ¿Un futuro seguro o nuevas fuentes de inestabilidad?
Mientras Trump y Netanyahu ultiman detalles para un alto el fuego duradero —con presión adicional desde Doha y Washington— persisten grandes incógnitas sobre el futuro inmediato:
- ¿Aceptarán los palestinos este confinamiento como solución temporal o definitiva?
- ¿Logrará Israel mantener su estatus sin generar nuevas olas migratorias ni radicalización?
- ¿Qué papel jugarán las potencias internacionales ante el nuevo equilibrio regional?
En este contexto, Israel se siente más fuerte que nunca pero enfrenta desafíos considerables: consolidar su victoria militar con soluciones políticas viables para Gaza; evitar que Irán recupere capacidades estratégicas; y gestionar la percepción internacional ante posibles acusaciones por prácticas asimilables al desplazamiento forzado.
Hoy, mientras las negociaciones avanzan lentamente bajo presión internacional, la pregunta sigue abierta: ¿es sostenible una hegemonía basada casi exclusivamente en el poder militar? O dicho en términos prácticos: ¿puede Israel transformar sus victorias militares recientes en una paz estable y reconocida por todos sus vecinos?
