Las últimas 48 horas han marcado un nuevo giro en la guerra entre Israel y Hamás.
Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, ha anunciado públicamente la “decisión final” de su gobierno para la conquista total de Gaza, un paso que intensifica el conflicto y entierra, al menos por ahora, las esperanzas de un alto el fuego negociado.
El anuncio llega en un contexto de máxima tensión: las negociaciones para una tregua permanecen bloqueadas y la situación humanitaria en Gaza es insostenible según múltiples organismos internacionales.
La decisión del gobierno israelí no solo evidencia una escalada militar sin precedentes desde octubre de 2023, sino que también revela una profunda crisis política dentro del propio Estado hebreo.
Netanyahu ha lanzado un mensaje directo al jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir: “Si esto no le parece bien, debería dimitir”, en referencia a los desacuerdos entre líderes militares y políticos sobre la viabilidad de ocupar completamente Gaza.
Fracturas internas y presión sobre los mandos militares
En la reunión del gabinete de guerra celebrada este lunes en Tel Aviv, las divisiones quedaron expuestas. Mientras Netanyahu y sus aliados más duros —como los ministros Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich— abogan por una ofensiva total y una posible anexión parcial como instrumento de presión sobre Hamás, altos mandos del ejército han advertido que esta estrategia podría desgastar al propio Ejército israelí y no garantizaría la derrota de las milicias palestinas.
El mensaje del primer ministro ha sido tajante: “El dado está echado; vamos a por la conquista total. Si el jefe del Estado Mayor no está de acuerdo, debe dimitir”. Este pulso interno es inédito por su crudeza y pone en duda la cohesión del aparato militar-político israelí. Además, se produce cuando los responsables militares defienden retomar las negociaciones para un alto el fuego y priorizar la liberación de los rehenes.
Hostilidades activas en zonas con rehenes
La actividad militar israelí se concentra especialmente en áreas donde aún se cree que hay rehenes. El objetivo declarado es doble: derrotar a Hamás y liberar a los cautivos. Sin embargo, las incursiones en zonas densamente pobladas han incrementado el riesgo para los propios rehenes y han provocado numerosas bajas civiles.
- Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) mantienen operaciones terrestres y aéreas en barrios del norte y sur de Gaza.
- El ejército afirma contar con inteligencia sobre localizaciones específicas donde podrían hallarse secuestrados.
- La presión militar directa pretende forzar concesiones por parte de Hamás o rescatar a los cautivos.
Esta estrategia, sin embargo, ha sido criticada tanto dentro como fuera de Israel. Familiares de los rehenes temen que una ofensiva total ponga en peligro la vida de sus seres queridos. Por otro lado, Estados Unidos ha reiterado su apuesta por una negociación integral que garantice tanto la liberación como un alto el fuego definitivo.
Times Square New York: “This is how a real starvation looks like, and not fake blood libels.” 🎯 pic.twitter.com/hqmFQ8Q36z
— Nazi Hunters (@HuntersOfNazis) August 4, 2025
Campaña internacional: “Esto es lo que es el hambre real”
En paralelo a la ofensiva militar, Israel ha lanzado una campaña mediática global para sensibilizar sobre el drama de los rehenes. La Consulado General israelí en Nueva York ha desplegado una valla digital gigante en Times Square con imágenes impactantes del rehén Evyatar David, visiblemente desnutrido tras casi dos años cautivo.
- El lema: “Esto es lo que es el hambre real”, pretende contrarrestar las acusaciones internacionales sobre una crisis alimentaria masiva provocada por Israel en Gaza.
- La campaña denuncia que Hamás estaría utilizando el hambre como arma contra los rehenes.
- El cónsul general, Ofir Akunis, ha sido contundente: “Evyatar David está siendo matado de hambre por una organización terrorista nazi que todavía se atreve a difundir calumnias sobre Israel”.
La iniciativa busca además presionar a gobiernos extranjeros y a organismos internacionales para que redoblen esfuerzos diplomáticos ante Hamás.
El estancamiento diplomático y las perspectivas
Mientras tanto, las conversaciones para un alto el fuego siguen estancadas. El último intento serio se produjo tras la visita del enviado estadounidense Steve Witkoff a Tel Aviv, quien reafirmó el compromiso norteamericano pero evitó dar detalles sobre avances concretos. Hamas mantiene su exigencia clave: no entregará las armas hasta que se reconozca formalmente un Estado palestino independiente.
El propio Witkoff visitó centros humanitarios patrocinados por Estados Unidos e Israel en Gaza y minimizó la existencia de hambruna generalizada; sin embargo, diecisiete ONG internacionales han denunciado públicamente que “el hambre es real” y ya ha causado al menos 159 muertes documentadas —incluidos 90 menores— solo en los últimos meses.
Elementos clave para entender lo que puede venir:
- Decisión irreversible: El gabinete israelí parece haber cerrado filas —al menos públicamente— alrededor del objetivo militar total.
- Crisis humanitaria: Organismos internacionales alertan sobre una catástrofe civil sin precedentes si prosigue la ofensiva.
- División interna: La fractura entre políticos y militares puede influir en futuras decisiones estratégicas.
- Presión internacional: Tanto Estados Unidos como Naciones Unidas mantienen reuniones urgentes; sin embargo, carecen por ahora de palancas efectivas para frenar la escalada.
| Aspecto | Situación actual | Perspectivas a corto plazo |
|---|---|---|
| Militar | Operaciones activas IDF | Intensificación en toda Gaza |
| Diplomacia | Alto el fuego bloqueado | Riesgo de ruptura total |
| Humanitario | Crisis alimentaria creciente | Más presión internacional |
| Opinión pública | Creciente división interna | Riesgo político para Netanyahu |
Un conflicto sin final claro
A día de hoy, todas las señales apuntan hacia una intensificación bélica con consecuencias devastadoras tanto para los civiles palestinos como para la estabilidad regional. La conquista total anunciada por Netanyahu se presenta como un punto sin retorno que podría prolongar aún más un conflicto ya enquistado.
La evolución dependerá ahora tanto de la resistencia militar palestina como —crucialmente— del grado real de cohesión interna israelí y del margen de maniobra internacional ante un escenario cada vez más polarizado.
