La tensión entre Israel y el Gobierno español ha alcanzado un nuevo máximo tras la respuesta israelí a las medidas impulsadas por el presidente Pedro Sánchez contra la ofensiva israelí en Gaza.
El Ejecutivo de Benjamin Netanyahu ha acusado públicamente a Sánchez de ser un «corrupto antisemita cargado de odio» y, como represalia, ha prohibido la entrada al país a la vicepresidenta Yolanda Díaz y a la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ambas integrantes de Sumar.
La crisis marca un giro sin precedentes en las relaciones bilaterales entre ambos países y reabre el debate sobre la diplomacia europea frente al conflicto de Oriente Próximo.
Y hay motivos.
El pulso diplomático entre España e Israel marca un antes y un después en las relaciones entre ambos países. La escalada de declaraciones y sanciones abre una etapa de incertidumbre, donde la política internacional y la presión social serán determinantes para el próximo movimiento.
El desencadenante: sanciones españolas por Gaza
A día de hoy, 8 de septiembre de 2025, la situación diplomática entre Israel y España es de máxima tensión. El detonante inmediato ha sido el anuncio, desde el Palacio de la Moncloa, de nueve medidas españolas para presionar a Israel ante el «genocidio en Gaza». Entre ellas destacan el embargo de armas, el refuerzo de la ayuda humanitaria y la prohibición de entrada a España de personas implicadas en la ofensiva israelí. Estas acciones han contado con el apoyo de los sectores más a la izquierda del Gobierno, especialmente Sumar, aunque han generado división interna sobre la posible ruptura total de relaciones diplomáticas.
La respuesta israelí no se hizo esperar. En un comunicado difundido en la red social X, el ministro de Exteriores, Gideon Sa’ar, acusó al Gobierno de Sánchez de «liderar una línea hostil antiisraelí, con una retórica desenfrenada y llena de odio», y tildó al Ejecutivo español de «corrupto» y «antisemita». Como medida inmediata, Israel prohibió la entrada al país a Yolanda Díaz y Sira Rego, vetando cualquier contacto gubernamental con ellas.
Prohibición de entrada: una represalia inédita
La prohibición afecta directamente a dos ministras del Gobierno español:
- Yolanda Díaz (vicepresidenta y ministra de Trabajo): Israel le reprocha declaraciones desde octubre de 2023, cuando acusó al Estado hebreo de crímenes de guerra tras el ataque de Hamás, así como posteriores calificativos de «Estado genocida» y llamamientos al boicot y ruptura de relaciones.
- Sira Rego (ministra de Juventud e Infancia): Según Israel, ha justificado la masacre del 7 de octubre, ha calificado reiteradamente a Israel de «Estado genocida» y ha exigido sanciones y ruptura total de relaciones.
Ambas han sido vetadas por «haber sobrepasado cualquier límite aceptable», según el ministro Sa’ar, y no podrán entrar ni mantener relación alguna con autoridades israelíes. Además, el gobierno israelí ha señalado que la decisión cuenta con el respaldo del primer ministro Benjamin Netanyahu y del viceministro del Interior, Yariv Gideon Levin.
Reacciones en el Gobierno español y la sociedad
La reacción de Yolanda Díaz ha sido desafiante. En su cuenta de Bluesky, ha asegurado: «Es un orgullo que un Estado que perpetra un genocidio nos prohíba la entrada» y ha reiterado que seguirá defendiendo los derechos del pueblo palestino «le guste al señor Netanyahu o no» . Díaz también ha reclamado al Gobierno español la retirada de la embajadora en Tel Aviv, Ana María Salomón, y ha subrayado que no se puede «seguir como si nada» tras la sanción a dos ministras de un gobierno democrático.
Sira Rego no ha realizado declaraciones públicas inmediatas, pero desde Sumar se ha insistido en que la medida israelí justifica «más que nunca» la ruptura total de relaciones diplomáticas.
Por su parte, el Ejecutivo español ha defendido la legalidad y legitimidad de sus medidas, enmarcando la respuesta israelí como una reacción «desproporcionada» y «fuera de lugar» ante la denuncia de posibles crímenes de guerra en Gaza.
Contexto y antecedentes de la crisis
La relación entre España e Israel se ha deteriorado progresivamente en los últimos años, pero el giro se aceleró tras el reconocimiento del Estado palestino por parte del Gobierno de Sánchez en mayo de 2024. Desde entonces, las declaraciones y medidas de ministros españoles, especialmente de Sumar, han sido muy críticas con la actuación israelí en Gaza y Cisjordania.
Israel interpreta estas críticas como una «línea hostil y antisemita», y argumenta que el Gobierno español busca «distraer la atención de los graves escándalos de corrupción» internos mediante ataques a Israel. El Ejecutivo de Netanyahu también acusa a las ministras vetadas de «apoyar manifestaciones violentas» y «justificar la violencia» contra intereses israelíes en España.
En el fondo, la crisis refleja el choque entre una parte de la izquierda europea, que pide medidas firmes contra Israel, y la política exterior tradicional de prudencia y diálogo. El caso español se ha convertido en ejemplo de hasta dónde puede llegar la confrontación diplomática cuando se rompen los consensos mínimos de respeto y comunicación.
Evolución previsible y posibles escenarios
La escalada actual plantea varios interrogantes sobre el futuro de las relaciones hispano-israelíes:
- Ruptura diplomática total: Sumar y sectores de la izquierda presionan para romper relaciones, mientras el PSOE mantiene por ahora una posición de firmeza pero sin llegar a ese extremo.
- Aislamiento internacional: España podría quedar aislada en la UE si otros países no siguen sus pasos en la presión a Israel, aunque el debate europeo sobre Gaza sigue abierto.
- Impacto en la política interna: El conflicto añade tensión en la coalición de Gobierno, con Sumar reclamando más dureza y el PSOE buscando evitar una ruptura diplomática de gran calado.
- Respuesta israelí: Israel podría endurecer aún más sus posiciones, restringiendo la cooperación en ámbitos clave y utilizando la crisis como ejemplo ante otros países críticos.
A día de hoy, la situación es volátil. Las declaraciones cruzadas y las sanciones personales han convertido el desencuentro en una crisis diplomática de primer orden. El desenlace dependerá tanto de la evolución del conflicto en Gaza como de la presión internacional sobre ambos gobiernos.
Claves para entender la crisis
- El gobierno de Pedro Sánchez anuncia nueve medidas contra Israel por el «genocidio en Gaza».
- Israel responde acusando a Sánchez de «corrupto antisemita» y prohíbe la entrada a Yolanda Díaz y Sira Rego.
- Díaz y Sumar reclaman romper relaciones y retirar la embajadora española de Tel Aviv.
- El conflicto refleja la fractura política interna en España y la división internacional sobre la respuesta a la guerra en Gaza.
