Masticarla durante un rato conlleva una sensación de bienestar y excitación y es una especie de prima hermana de las anfetaminas
Ni drogas de diseño ni pegamento barato. Los piratas somalíes que mantienen secuestrados al atunero Alakrana desde hace más de 40 días tiran de un arbusto para ponerse a tono. Los efectos: alucinaciones, insomnio y aceleración nerviosa. 36 vidas españolas pendientes de un colocón.
SENSACIÓN ESTIMULANTE
Y es que los corsarios mascan las hojas de un arbusto que crece en el Cuerno de África y que produce una sensación estimulante acompañada a menudo de alucinaciones y privación del sueño.
La planta se llama Catha edulis y por la zona es tan frecuente que se ha convertido en un hábito generalizado en la sociedad somalí y yemení.
Los piratas de Somalia responsables del dramático y tenso secuestro del pesquero español están, según los testimonios de los marineros retenidos, todo el día drogados. Si la conducta de estos individuos desarraigados es ya de por sí violenta e impredecible, el consumo de Qat acelera el cóctel explosivo que se vive a bordo.
PARECIDO A LAS ANFETAMINAS
El Qat pertenece a la familia de las celestraceae y crece en altitudes de 1.500 a 2.000 metros sobre el nivel del mar. Presenta fuertes propiedades psicoestimulantes gracias a dos fenilaquilaminas -la catina y la catinona-; masticarla durante un rato conlleva una sensación de bienestar y excitación, es una especie de prima hermana de las anfetaminas.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estudió el año pasado los problemas asociados a su consumo abusivo en Yemen, ya que la situación política de Somalia imposibilita llevar a cabo estas investigaciones. El documento refleja que no existe evento social en el país en el que no esté presente el Qat.
LO CONSUMEN TODOS
Se estima que el 90% de los varones mastica estas hojas durante tres o cuatro horas cada día. En mujeres la prevalencia del consumo se encuentra en un 70 por ciento y en niños menores de 12 años, dos de cada diez también son adictos a esta sustancia.
A.A. Gunaid, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sana (Yemén), asegura:
«Las personas que mascan Qat experimentan un estado de euforia seguido de depresión y los que están genéticamente más predispuestos sufren incluso episodios de psicosis. En muchas personas son frecuentes las alucinaciones»
Taghi Yasami, consejero de la OMS sobre Salud Mental y Abuso de Sustancias del Mediterráneo Oriental:
«La droga también afecta al sueño, provocando insomnio y que el consumidor se levante más pronto de lo habitual, lo que luego se traduce en un bajo rendimiento laboral»
ESTRÉS POSTRAUMÁTICO
Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Konstanz, en Alemania, ha analizado el consumo de Qat en soldados o ex combatientes somalíes. Las conclusiones extraídas son que las personas con estrés postraumático propio de la brutalidad de la guerra tienden a consumir más cantidad del estimulante, lo que acarrea episodios de paranoia.
Además de sus efectos sobre el sistema nervioso central, la OMS recuerda que sus efecto cardiovasculares no son menos dramáticos, ya que incrementa el ritmo cardiaco y la presión arterial, lo que coloca en la diana a los pacientes hipertensos. Además, su consumo en embarazadas o mujeres que dan el pecho puede resultar fatal para el bebé.
36 vidas españolas pendientes de un colocón. (Agencias)