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Interceptado a punta de pistola por una patrullera

Militares guineanos asaltan un petrolero de una empresa española

Con trece tripulantes a bordo, es acusado de «venta ilegal de combustible»

Redacción 23 Nov 2009 - 08:14 CET
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Los barcos españoles están en la mira de mafias y extorsionadores. Tras la bajada de pantalones del Gobierno ZP ante los piratas del Alakrana, el petrolero «Virgina G», de la empresa sevillana Gebaspe S.L., aunque opera bajo bandera panameña, permanece apresado, y todavía continúa así, en aguas de Guinea-Bissau, desde el 21 de agosto. La acusación es la de «venta ilegal de combustible».

¿Ha aprendido el Ejecutivo socialista la lección del Alakrana? La debilidad de ZP a nivel internacional envalentona a las mafias del mar. En el caso del Virginia G, la situación se agravó ayer, cuando militares guineanos, – según denuncia Paloma Cervilla en ABC en «Militares guineanos asaltan un petrolero de una empresa española y amenazan a la tripulación»– cuando asaltaron el petrolero, amenazaron de muerte a los 13 tripulantes (de Cuba y Ghana), y mostraron su intención de confiscar el barco y la carga, 500 toneladas de petróleo, esgrimiendo una orden de las autoridades de pesca, aunque con fecha de 30 de noviembre. Una confiscación que ha sido paralizada por un juez guineano.

El petrolero fue apresado el 21 de agosto, a punta de pistola y por una patrullera, cuando abastecía de combustible a tres barcos pesqueros (dos canarios y uno de Huelva).

Los cuatro fueron llevados a puerto y no se les abrió ningún expediente administrativo, pero la diferencia entre la libertad de unos y el secuestro del «Virginia G» es que los pesqueros pagaron al Gobierno de Guinea cantidades que oscilan entre los 100.000 y los 50.000 euros por cada uno de los barcos, mientras que el petrolero sevillano se negó a pagar y reconocer un delito que no había cometido. Entonces fue cuando se le acusó de «venta ilegal de combustible».

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