Desde 2008 el norte de Malí ha servido de refugio a los secuestradores de occidentales en Túnez o en el Níger
Al Qaeda en el Magreb Islámico se ha responsabilizado este martes del secuestro de tres cooperantes españoles el pasado 29 de noviembre en Mauritania.
La organización terrorista ha reivindicado su «hazaña» en un comunicado difundido por el canal de televisión qatarí Al Yazira.
Los facinerosos también se responsabilizan del secuestro del francés Pierre Camatte en Mali el pasado 25 de noviembre.
Tratando de transmitir a la ciudadanía la imagen de que en esta ocasión, a diferencia de lo ocurrido con el atunero Alakrana, el Gobierno Zapatero está pendiente hasta del menor detalle, el ministro Miguel Ángel Moratinos, asegura que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) está analizando la autenticidad del comunicado.
El ministro de Exteriores ha pedido «discreción y tranquilidad», argumentando que la prudencia en los medios de comunicación puede ayudar a liberar a los tres cooperantes catalanes.
UN MENSAJE ESTREMECEDOR
A su llegada a la reunión de ministros de Exteriores de la UE que se celebra en Bruselas, Moratinos recordó que el Gobierno «sospechaba desde el principio» de Al Qaeda, pero pidió esperar a que se confirme que el audio en el que la organización ha confirmado su responsabilidad es «auténtico».
El sonido de la cinta parece inequívoco:
«Dos unidades de los valientes mujaidines fueron capaces de secuestrar a cuatro europeos en dos operaciones distintas: una en Malí, donde fue capturado el 25 de noviembre Pierre Camatte, y una segunda en Mauritania, donde fueron secuestrados el 29 de noviembre tres españoles»
Abu Saleh Mohammad, portavoz del grupo terrorista, añade ó que «Francia y España serán informados más adelante de las reivindicaciones legítimas de los muyahidines».
Según Al Yazira, Abu Mohamed aseguró que su organización enviará sendas cartas a los gobiernos de España y Francia con las condiciones para liberar a los cuatro rehenes.
LOS TRES COOPERANTES
Los tres cooperantes españoles, Albert Vilalta, Roque Pascual y Alicia Gámez, fueron secuestrados el 29 de noviembre en Mauritania a bordo de un convoy con ayuda para África occidental, a unos 150 kilómetros de Nuakchot, en la carretera que une la capital con Nuadibú, la ciudad más importante del norte del país.
El francés Pierre Camatte, de 61 años, fue secuestrado el 25 de noviembre en Ménaka, a un centenar de kilómetros de Nigeria.
La mayoría de los observadores han atribuido el secuestro a los islamistas más fanáticos y establecen una conexión con el secuestro de un francés en el noreste del vecino Malí.
Fuentes de seguridad de Malí afirman que el rehén francés está en manos del «ala dura» de la Haz.
Desde 2008 el norte de Malí ha servido de refugio a los secuestradores de occidentales en Túnez o en el Níger. Los canadienses y los europeos han sido liberados, pero un colombiano fue ejecutado en junio.
LA OPINIÓN DE RUBALCABA
El pasado 30 de noviembre, un día después de los hechos, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, declaró que los secuestradores de los españoles podrían ser islamistas radicales de la organización Al Qaeda del Magreb Islámico.
«Todo apunta a que se trata de un secuestro. De ser así, como me temo que es, todo parece que sería un secuestro de AQMI, que es Al Qaeda del Magreb Islámico. No sería el primer secuestro que hace en esa zona de cooperantes europeos o norteamericanos».
La ministra de Defensa, Carme Chacón, afirmó ese mismo día que «los únicos indicios» apuntaban a que los autores del secuestro eran miembros de Al Qaeda.
Camatte fue secuestrado en un hotel de la región del Sahel, en el norte de Malí, y los tres españoles fueron capturados mientras repartían ayuda humanitaria en Mauritania.
A principios de este año, Al Qaeda del Magreb Islámico reivindicó el rapto del británico Edwin Dyer, uno de los seis occidentales secuestrados en Níger el pasado mes de enero.
El grupo ha amenazado con asesinar a Dyer si el Gobierno británico no libera a Abu Qatada, un clérigo musulmán encarcelado en Reino Unido.