La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, celebró hoy los progresos en materia de derechos humanos para los indígenas, aunque alertó de que persisten las transgresiones.
«Tenemos motivos para celebrar los progresos hechos en hacer partícipes a los pueblos indígenas de los derechos humanos», aplaudió Pillay, con motivo de la celebración el próximo lunes del Día Mundial de los Pueblos Indígenas.
Sin embargo, la Alta Comisionada avisó de que «no hay espacio para la complacencia. Las continuas violaciones de los derechos de los pueblos indígenas en todas las regiones del mundo merecen toda nuestra acción y atención».
Para Pillay, el lapso entre la realidad y los principios de la Declaración de la ONU de los Derechos de los Pueblos Indígenas sigue siendo muy vasto.
«Este colectivo sigue padeciendo discriminación y marginación en campos como el sanitario y el educativo, así como extrema pobreza, indiferencia sobre sus preocupaciones ambientas, y el desplazamiento de sus lugares tradicionales, además de la exclusión en los procesos de decisión política», explicó.
Pillay criticó que aquellos que trabajan para corregir estos males son víctimas «con demasiada frecuencia» de persecuciones por su defensa de los derechos humanos.
Al mismo tiempo, recordó que se han creado nuevas herramientas para dar voz a los pueblos indígenas en los procesos de decisión política y para erradicar la violaciones de derechos humanos.
«Necesitamos poner en el centro de nuestros esfuerzos la conducción de los derechos y la dignidad a aquellos que sufren más», resaltó Pillay.
Especificó que ello requiere «cambios en las prácticas, pero además se necesitan mejoras en leyes e instituciones, sin las cuales los avances no serán sustanciales».
