El gobierno de Guinea Ecuatorial en el exilio ha criticado en un comunicado difundido esta tarde «la escandalosa y bochornosa tardanza» de España en condenar las ejecuciones de cuatro ex militares por intentar asaltar la residencia del presidente ecuatoguineano, Teodoro Obiang Nguema, en febrero de 2009.
El lunes, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación español expresó su «consternación» por la ejecución de cuatro personas en Guinea Ecuatorial tras un «juicio militar sumarísimo». Asimismo, informó de que se ha convocado a Exteriores al embajador del país africano para trasladarle la «preocupación y condena» de España.
«España, preocupada por sus ‘excelentes relaciones’ con Obiang se ha tomado nueve días para pensar la fórmula que les permita guardar las formas ante la comunidad internacional sin desairar al dictador», constata el comunicado.
Según el gobierno en el exilio, «la escandalosa y bochornosa tardanza en condenar los asesinatos denota que ésta respuesta se produce por el clamor internacional más que por un ejercicio de responsabilidad y decencia humanitaria».
La nota del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación decía que, «ante la confirmación oficial» de la ejecución de estas cuatro personas tras un «juicio militar sumarísimo», el Ministerio manifiesta en nombre del Ejecutivo su «consternación», si bien subraya que «esto no prejuzga el derecho de Guinea Ecuatorial a defender su integridad territorial contra ataques externos».
La confirmación oficial a la que aludía el Ministerio que dirige Miguel Angel Moratinos se produjo el 27 de agosto, cuando el propio Obiang emitió un comunicado confirmando que José Abeso Nsue, Manuel Ndong Aseme, Jacinto Michá Obiang y Alipio Ndong Asumu habían sido ejecutados el pasado 21 de agosto.
El 17 de febrero de 2009 un grupo de hombres armados trató de asaltar el palacio presidencial de Malabo, un «intento de asesinato contra mí y contra mi familia y un intento de derrocar a mi Gobierno por parte de miembros de las Fuerzas Nacionales Armadas en colaboración con mercenarios y terroristas», señaló el presidente.
El comunicado del gobierno en el exilio insta a los grupos parlamentarios a que pregunten al Gobierno en el Congreso de los Diputados por su «ambigüedad» al tratar estas cuatro ejecuciones, y por «la evidente falta de firmeza del Gobierno español al condenar estas cuatro muertes injustas y crueles».
«HIPOCRESIA» Y «CANDIDEZ»
El gobierno en el exilio condenó que España continúe manteniendo «excelente relaciones» con «la tiranía sangrienta y terrorista de Guinea Ecuatorial». En este sentido, tachó la actitud de España de «hipócrita, al lamentar la desviación del camino de los derechos humanos que había tomado Obiang».
El comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación advertía de que las ejecuciones suponen una «contradicción» con los «objetivos democratizadores» que el mandatario ecuatoguineano se había fijado.
«Es sorprendente la candidez de España con Obiang, a quien se han rendido de manera incondicional persiguiendo quien sabe qué oscuros intereses», subrayó el gobierno en el exilio, que aseguró que las autoridades españolas «son conscientes de que las detenciones arbitrarias y los secuestros son habituales» en Guinea Ecuatorial, así como las muertes bajo custodia policial.
