El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha informado de que se dispone a cerrar dos campamentos de refugiados en Zambia ante el descenso de ocupantes, ya que, asegura, unos 40.000 congoleños han regresado a República Democrática del Congo en los últimos tres años gracias al programa de repatriación voluntaria.
El campamento de Mwange será clausurado el martes, mientras que el de Kala cerrará sus puertas el mes próximo ante el descenso de refugiados previsto para finales de año.
Los refugiados que han rechazado regresar a su país serán trasladados al asentamiento para desplazados de Meheba, en el noroeste de Zambia, explica ACNUR. Sin embargo, la agencia de la ONU asegura que la mayoría de los congoleños ahora consideran que es suficientemente seguro regresar a su país y que muchos esperan poder aprovechar lo que han aprendido durante su estancia en Zambia –agricultura, pesca, carpintería,…– para iniciar una nueva vida en la RDC.
«El deseo de los refugiados congoleños de Kala y Mwange de regresar a su país es muy fuerte», indicó el director de la oficina de ACNUR en Kawambwa (Zambia), Philippe Creppy. Una vez se complete la repatriación, que tiene por destino principal la región de Katanga (sureste), ACNUR colaborará con sus contrapartes para fomentar la cualificación, los microcréditos y los proyectos que generen ingresos. Los retornados también recibirán ayudas para alimentos, refugio y transporte.
La cifra de 40.000 retornados se alcanzó el pasado fin de semana gracias al viaje de 555 refugiados que volvieron en un barco de ACNUR a su país, en concreto a Moba, tras atravesar el lago Tanganika.
