Santos confirma que con el estado de excepción afrontará la crisis en Colombia

Santos confirma que con el estado de excepción afrontará la crisis en Colombia

Policías remueven los escombros tras el deslizamiento de tierra en el municipio de Bello, Colombia. EFE

EFE/Archivo

El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, confirmó hoy en la zona del desastre en la población de Bello que su Gobierno recurrirá al estado constitucional de excepción para afrontar la crisis creada por las lluvias en su país.

«La tragedia desbordó la capacidad actual del Estado para afrontarla», admitió Santos, quien inspeccionó una barriada de Bello afectada por un alud de tierras que deja hasta ahora 31 muertos y 93 desaparecidos.

Unas cincuenta casas fueron sepultadas por el derrumbe, que se abatió el domingo por la tarde sobre un sector de La Gabriela, asentamiento popular de Bello en las laderas de los límites de esta población con Medellín, la capital departamental de Antioquia.

La tragedia es la peor de las dos temporadas de lluvias del año en Colombia, que en conjunto dejan ya 206 muertos, 119 desaparecidos, 246 heridos y 1,61 millones de damnificados.

Las inundaciones ocasionadas por ambos períodos lluviosos también han destruido 2.049 casas y averiado otras 275.569, así como anegado más de 200.000 hectáreas de cultivos agrícolas y obligado al traslado de unos dos millones de cabezas de ganado.

La crisis se ha extendido a 654 de los 1.120 municipios del país, en 28 de los 32 departamentos, y las mayores emergencias han sido causadas por el desbordamiento de los ríos Magdalena y Cauca, que son las principales arterias fluviales de Colombia.

En una comparecencia desde la zona de desastre en Bello, Santos sostuvo que «el Gobierno nacional está haciendo todo lo que está a su alcance, (y) va a hacer todavía más».

«Es una tragedia que nos está azotando en todo el país», dijo Santos, quien admitió que la magnitud de la crisis hace necesario que el Gobierno eche mano de medidas excepcionales.

La declaración de la emergencia la adoptará un consejo de ministros convocado por Santos para este mismo martes en la Casa de Nariño, la sede del Ejecutivo en Bogotá.

El ministro del Interior y de Justicia, Germán Vargas, dijo a la prensa que este estado de cosas lo hace considerar que la mejor figura a la que puede recurrir el Gobierno es la del «estado de emergencia social».

Se trata de un estado constitucional de excepción que le facilita al Ejecutivo la contratación de créditos, crear tributos o incrementar impuestos vigentes, todo con destino a la atención de las necesidades básicas de los damnificados y a la reconstrucción de las infraestructuras dañadas, como carreteras, puentes y acueductos.

Unos 4 billones de pesos (unos 2.116,68 millones de dólares) se necesitan para la atención humanitaria de los damnificados, que es el eje del interés de la llamada Sala de Crisis, que reúne a diversas dependencias, entes y organismos de socorro, y que fue instalada hoy en Bogotá por el ministro Vargas.

Desde Bello, Santos agradeció la solidaridad que ha recibido durante sus dos salidas al exterior de los últimos días, la primera para asistir a la Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata (Argentina) y la otra para participar en la undécima sesión de la Asamblea de los Países Parte de la Corte Penal Internacional (CPI).

El gobernante también expresó su gratitud con los miembros de los organismos de seguridad que se movilizaron en favor de las víctimas de La Gabriela y que en un principio lograron rescatar con vida a siete vecinos atrapados.

«Ojalá encontremos algunos más con vida, (pero) cada momento que pasa infortunadamente nos disminuye esas posibilidades», expresó Santos, quien prometió que las tareas en la zona seguirán hasta que se rescate al último de los 93 desaparecidos.

Mientras el presidente visitaba la zona, once de las víctimas fatales eran veladas en un colegio de la localidad por sus familiares, que aceptaron su sepelio colectivo con ayuda de la alcaldía de Bello.

El alcalde de la municipalidad, Óscar Andrés Pérez, decretó tres días de duelo y ordenó la suspensión de los eventos navideños previstos en su población para este 7 de diciembre, entre ellos el encendido del alumbrado.

Las luces de Navidad serán prendidas el próximo día 9 tras una plegaria pública por las víctimas a la que Pérez pidió llevar una vela blanca.

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