La oficina de Derechos Humanos de la ONU tiene datos confirmados de que al menos 173 personas han muerto y cientos más han sido detenidas en Costa de Marfil en la ola de violencia que ha sacudido el país en la última semana como consecuencia de las disputadas elecciones presidenciales del mes pasado.
«Entre el 16 y el 21 de diciembre, funcionarios de Derechos Humanos han confirmado denuncias de 173 asesinatos, 90 casos de torturas y malos tratos, 471 arrestos y detenciones y 24 casos de despariciones involuntarias forzadas», ha relatado la ‘número dos’ del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Kyung Wha Kang, durante una sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
«Desafortunadamente, ha sido imposible investigar todas las denuncias de violaciones graves de los Derechos Humanos, incluidas informaciones sobre fosas comunes, debido a las restricciones de movimiento sobre el personal de la ONU», agregó.
En este sentido, explicó que incluso el enviado especial de Naciones Unidas fue detenido en un punto de control mientras trataba de «verificar» las denuncias recibidas, informa la cadena CNN.
La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Costa de Margil, celebrada el 28 de noviembre, ha sumido al país en una grave crisis política en la que los dos candidatos –el mandatario Laurent Gbagbo y el aspirante opositor Alassane Ouattara– se declaran ganadores.
Ouattara cuenta con el aval de las autoridades electorales locales y el respaldo de la comunidad internacional, que le considera el legítimo presidente electo. Sin embargo, Gbagbo se aferra a los datos proporcionados por el Consejo Constitucional, un órgano legal afin, para reivindicar su triunfo.
«USO EXCESIVO DE LA FUERZA»
Kang denunció el «uso excesivo de la fuerza» empleado por las fuerzas leales a Gbagbo contra los simpatizantes de Ouattara, que han salido a la calle para reclamar la victoria del opositor.
La ONU aludió en este sentido a «represión de concentraciones públicas, acoso e intimidación, detenciones arbitrarias, desapariciones y asesinatos extrajudiciales».
Estos actos suponen, según Kang, un recuerdo «de la violencia que arruinó al país en 2004» y una «flagrante violación» de las obligaciones internacionales en materia de Derechos Humanos.
«Debo hacer hincapié en que el derecho internacional requiere que el derecho a la vida sea respetado todas las veces y que todas las personas privadas de libertad sean tratadas de forma humana y conforme al debido proceso», señaló la representante de la ONU.
El empeoramiento de la situación política en Costa de Marfil ha perjudicado también «las actividades sociales y económicas de muchos marfileños», aseveró Kang, quien hizo especial hincapié en los perjuicios para «los más pobres».
Además, las tensiones han comenzado a provocar los primeros movimientos de población, tanto en el interior de Costa de Marfil como hacia el extranjero. Naciones Unidas calcula que, en las últimas semanas, unas 6.000 personas han huido a Liberia y alrededor de 200 a Guinea.
MANIPULACION DE MEDIOS
Kang también denunció el «monopolio» de los medios de comunicaciones, «leales a Gbagbo». Este control impide a los partidarios de Ouattara acceder a la televisión y la radio estatal.
Para Kang, es «particularmente alarmante» el uso de la radio y televisión estatal y de algunos periódicos privados para «incitar al odio y la violencia entre la población y diseminar información falsa e incendiaria contra Naciones Unidas».
Esta actitud «no es permisible bajo la ley internacional», advirtió, e incluso señaló que sería «punible»
