El portavoz de CiU en la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, Jordi Xuclà, defenderá mañana la toma en consideración de una proposición de ley para regular la prohibición absoluta de la fabricación de minas antipersona y de bombas de racimo.
El objetivo es �erradicar totalmente� las minas antipersona, las municiones en racimo y armas de efecto similar. CiU aboga por sanciones de entre 5.000 y un millón de euros para aquellas personas o entidades que realicen cualquier actividad prohibida en relación a estos tipos de armamento.
La iniciativa de CiU busca �impedir el empleo, desarrollo, producción, adquisición, almacenamiento, conservación, transferencia o exportación, directa o indirectamente, de las minas antipersona, municiones en racimo y armas de efecto similar�.
CiU recuerda que la Convención de Otawa de 1996 y la Convención de Dublín de 2008 acordaron la prohibición del uso, la producción, almacenamiento y transferencia de las minas antipersona y de las municiones en racimo, respectivamente.
Según el informe «Inversiones mundiales en bombas de racimo: una responsabilidad compartida», realizado por la Coalición de Municiones en Racimo , IKV Pax Christi y Netwerk Vlaanderen, un total de 146 entidades financieras de 16 países han invertido y prestado servicios por valor de 43.000 millones de dólares (más de 30.000 millones de euros) a siete empresas fabricantes de bombas de racimo entre 2007 y 2009.
La Coalición contra las Bombas de Racimo afirma que estos explosivos han herido y asesinado desde 1965 a más de 100.000 personas, un tercio de ellos niños. Además, según datos de Greenpeace, más de 75 países tienen bombas de racimo en sus arsenales.
