Save the children denunció hoy que un millón de personas, la mitad de ellos menores, se han visto obligados a dejar sus hogares y cientos han sido asesinados desde el inicio del conflicto que vive Costa de Marfil tras las elecciones presidenciales de noviembre de 2010.
�La violencia se incrementa en la capital, Abidjan y en el oeste del país y la gente sigue abandonando sus casas.
«A pesar de que la creciente inseguridad dificulta la entrega de ayuda, Save the Children está respondiendo a las necesidades de los desplazados, centrando nuestros esfuerzos en las áreas donde se concentran la mayoría de las familias desplazadas�, explicó Bárbara Mineo, coordinadora de Emergencias de Save the Children.
Esta organización hace un llamamiento mundial sobre la crisis humanitaria que está viviendo Costa de Marfil ya que la atención mediática está puesta en estos momentos en Japón y en el Norte de África, y «esta crisis está pasando desapercibida».
Save the Children está distribuyendo utensilios básicos de higiene y cocina que las familias de Costa de Marfil no pudieron llevarse consigo cuando abandonaron sus casas, como mantas, jabón, toallas, detergente, platos y cubiertos de plástico y cubos para lavar.
�Miles de familias han perdido mucho y estamos haciendo lo que está en nuestra mano para asegurarnos de que puedan mantener el sentido de normalidad, que sus hijos e hijas estén calientes y que puedan cocinar su propia comida�, agregó Mineo, quien recuerda que muchos se han tenido que refugiar en casas de parientes.
�Un niño nos contó que tuvo que cruzar un bosque en Abidjan para ponerse a salvo de los fuertes combates que se estaban produciendo. Otra niña, de siete años, nos relató que se había escondido en el monte junto a su familia, cargando con sus pertenencias en un bolso y su hermano pequeño en la espalda�, manifestó Mineo.
Por todo esto, Save the Children pide un cese inmediato de la violencia contra los niños y niñas de Costa de Marfil. �Esos niños han sufrido enormemente en los últimos meses y exigimos que se respeten sus derechos básicos de supervivencia y desarrollo�, concluyó Mineo.
