TUNEZ, 2 (Reuters/EP)
Unas 160 personas han muerto en la última semana de combates en la ciudad de Misrata, único enclave controlado aún parcialmente por los rebeldes en el oeste del país, según ha informado un médico desde la propia localidad.
«160 personas, la mayoría civiles, han muerto en los combates en Misrata en los últimos siete días», ha asegurado el médico, identificado únicamente como Ramadan en declaraciones telefónicas a Reuters. Esta cifra habría sido elaborada a partir de los testimonios de varios sanitarios presentes en la ciudad.
La localidad está asediada desde hace días por las fuerzas militares leales al líder libio, Muamar Gadafi, pero los rebeldes aseguran que aún controlan el centro y el puerto de la ciudad.
Ramadan no pudo dar un balance de fallecidos desde que comenzaran los enfrentamientos armados, hace seis semanas, «pero cada semana mueren entre 100 y 140 personas». «Al multiplicar esta cifra por seis se llega a la estimación de entre 600 y 1.000 muertos desde el comienzo de los combates», dijo.
El médico, quien asegura ser un residente de Reino Unido que llegó a Misrata hace tres días en una misión humanitaria, ha informado de que tres personas han muerto en los combates esporádicos registrados este sábado, una jornada más tranquila que la del viernes, cuando hubo intensos enfrentamientos.
Más de la mitad de los pacientes que ha tratado, ha señalado Ramadan, eran víctimas de los bombardeos de la artillería y los morteros. «El hospital es muy pequeño y tiene una capacidad muy limitada (…). En las últimas 30 horas he tratado a siete personas, cuatro con ataques al corazón. La mayoría tenían heridas profundas provocadas por la metralla. Es una auténtica guerra contra los civiles», ha declarado.
Además, los suministros médicos escasean. «Teniendo en cuenta que el hospital no tenía capacidad para cubrir las necesidades sanitarias de la población antes de estallar la guerra, imagínese cuál es ahora la situación», dijo. «No hay cirujanos de corazón ni de pulmón y los necesitamos urgentemente», apostilló.
Este mismo sábado ha llegado a la ciudad un barco turco con suministros médicos. «El barco puede prestar ayuda médica de urgencia, pero las operaciones graves no se pueden realizar. No es un hospital flotante, necesitamos un hospital flotante», ha asegurado Ramadan.
