La milicia islamista Al Shabab impide la llegada de ayuda y retiene a los refugiados que huyen de la guerra
La milicia islamista Al Shabab impide la llegada de ayuda y retiene a los refugiados que huyen de la guerra.El grupo radical que la CIA vincula a Al Qaeda y que domina la zona centro-sur de Somalia está tratando además de frenar la huida de los somalíes hacia los campos de desplazados de Mogadiscio o hacia la frontera con Kenia.
«Previenen a la gente que vive en las áreas en las que operan de que no se vayan», explica desde la capital somalí el portavoz de AMISOM Eloi Yao. «Y lo hacen usando tácticas inhumanas».
Esto es, encierran en una suerte de campo temporal a cientos de civiles necesitados de ayuda humanitaria.
Civiles que, como en cualquier contexto bélico, son un tesoro preciado para evitar una ofensiva indiscriminada. Y los milicianos islamistas que actúan en Somalia lo saben.
MAS HORROR QUE HAMBRE
En la capital de Somalia, Mogadiscio, se están estableciendo asentamientos espontáneos de desplazados internos por la llegada en masa de somalíes desarraigados por la sequía y por la hambruna, en busca de asistencia.
Sin embargo, la capacidad para enviar esta ayuda tan necesaria se ve obstaculizada por los enfrentamientos en la capital somalí.
La continua ofensiva está afectando negativamente a la capacidad de ACNUR y otras organizaciones asociadas de enviar asistencia a las poblaciones en peligro en un momento en el que sus necesidades son urgentes.
El único modo de desplazarse por Mogadiscio para el personal de ACNUR es en vehículos fuertemente blindados protegidos por escoltas, cedidos por las Fuerzas de Pacificación de la Unión Africana. Aún con escoltas, el acceso a algunas zonas sigue siendo imposible, pues el riesgo que se corre suele ser mortal.
Pese a la prolongada sequía, algunas zonas se han visto afectadas recientemente por lluvias torrenciales, entre ellas la capital, durante el fin de semana.
La lluvia ha contribuido a la miseria de muchos desplazados internos. ACNUR distribuirá lonas de plástico en la ciudad durante la próxima semana y ha distribuido unos 15.000 paquetes de asistencia de emergencia para unas 90.000 personas.
También evaluarán la capacidad de almacenaje mientras ACNUR se prepara para recibir varios puentes aéreos con material de ayuda. Según María Jesús Vega, portavoz de ACNUR en España: «Una distribución abierta y amplia es lo que necesita Somalia», pero el conflicto «no nos deja trabajar como quisiéramos».
En Mogadiscio había ya más de 370.000 personas desplazadas internas antes del reciente desplazamiento por la sequía y la hambruna que ha llevado a unas 100.000 personas desesperadas hacia esta ciudad devastada por la guerra.
Este aumento se remonta a mediados de junio, cuando la entidad ‘Seguimiento de Movimiento de Población’ (PMT por sus siglas en inglés) registró un fuerte aumento en el número de desplazados que huían hacia Mogadiscio.
Solo en julio, más de 27.000 personas se desplazaron a Mogadiscio desde los alrededores, principalmente Bay, Bakool y Bajo Shabelle, todas ellas zonas duramente castigadas por la sequía.
En un solo mes han huido a Mogadiscio casi tantas personas como las que se desplazaron durante todo el primer trimestre del año (31.400).
Previsión negativa sobre la hambruna
Según los últimos datos, se espera un deterioro de la situación alimentaria en los próximos meses, dados los niveles actuales de malnutrición, mortalidad y respuesta humanitaria, combinados con la posibilidad de que se incrementen los precios y se dé una estación seca y dura.
Es muy probable que de cara a agosto y septiembre todas las regiones del sur de Somalia tengan que hacer frente a la hambruna, según la Unidad de Análisis de Nutrición y Seguridad Alimentaria de la Red del Sistema de Alerta Temprana de Hambruna (FEWS NET por sus siglas en inglés). Se espera que el flujo de desplazados hacia la ciudad continúe.
Mientras, en Kenia, sigue sin cesar el flujo de refugiados desde Somalia. Más de 40.000 somalíes han llegado en julio a los campos en expansión de Dadaab. Esta es la tasa mensual más alta de llegadas en los 20 años de historia del campo.
En lo que va de año, unos 116.000 refugiados somalíes han llegado al complejo de campos de Dadaab, que ya era el más congestionado del mundo.
Solo en los dos últimos meses, Dadaab ha recibido a unos 71.000 nuevos refugiados, a una media de 1.300 al día en julio. Un segundo campo, Kambioos, se está preparando para empezar a recibir a familias de refugiados procedentes del campo de Hagadera en los próximos días.