Las calles de Bengasi y otras ciudades, llenas de opositores con ambiente festivo
El régimen de Gadafi podría estar viviendo sus últimas horas. Las informaciones que llegan desde Libia son confusas aunque sí parece claro que las fuerzas rebeldes están cada vez más cerca de lograr el objetivo. Durante toda la jornada se han vivido combates en un radio de no más de 30 kilómetros de Trípoli e incluso en varias zonas de la ciudad. La cadena Al Yazira ha asegurado que, incluso, los rebeldes habrían alcanzado la Plaza Verde, uno de los puntos más simbólicos de la Libia gadafista.
Según fuentes rebeldes, los atacantes ya estarían luchando en otras zonas de la ciudad e incluso se habrían hecho con varios emplazamientos. Varias fuentes señalan que habrían tomado la Plaza Verde de Trípoli, tal y cómo muestran estas imágenes de la cadena Sky News han accedido por la parte oeste sin encontrar apenas resistencia, pese al anuncio por parte del líder libio de que se abrirían los arsenales para que el pueblo defendiera la capital.
Esta facilidad para avanzar ha motivado gritos de júbilo entre las tropas, pese a que durante la jornada han muerto 1.300 personas, según el portavoz del Gobierno, que anuncia ahora que están abiertos a una negociación que llevaría el propio Gadafi con el líder rebelde. La oposición, que celebra ya en las calles de Bengasi y otras ciudades la victoria, también ha apuntado que estarían dispuestos a negociar con el todavía líder libio si este finalmente se rinde. Además, aseguran que dominan toda la ciudad de Trípoli salvo Bab al Aziziya, donde está situado el cuartel de Gadafi. También han anunciado que fuerzas leales a Gadafi están huyendo de la capital. «Se trata del último capitulo del fin del régimen», ha dicho el el ministro de Justicia del opositor Consejo Nacional de Transición, Mohamed Al Alaqi.
Pero el dictador no parece dispuesto a abandonar tan fácilmente y se ha difundido un nuevo mensaje de Gadafi, al parecer grabado, en el que lanza lo que podría considerarse como un mensaje de auxilio: «Es una cuestión de vida o muerte, hay que salvar Trípoli» de los rebeldes ha dicho, al tiempo que ha advertido a sus seguidores que si no defienden la capital se convertirán en «esclavos de los colonialistas».
La fuerza personal del líder libio se ha rendido y ha depuesto las armas, según ha informado la cadena Al Yazira que también especula sobre la presencia en el aeropuerto de la capital de dos aviones de Sudáfrica que podrían evacuar a Gadafi y su séquito de Libia. Asimismo, tres de los hijos del coronel, Seif el Islam, Mohammed y Saadi, están ya bajo la custodia de las fuerzas rebeldes. Según las primeras informaciones, Mohammed Al-Gaddafi y Saadi se han rendido y el hijo menor del líder libio Saif Al-Islam ha sido capturado.
El hijo mayor del líder libio no resultó herido durante un tiroteo entre guardias y rebeldes que rodean su casa en la capital según ha confirmado el jefe del Consejo Nacional de Transición, Mustafa Abdel Jalil.
«Ni Mohamed Gadafi ni nadie de su familia resultó con lesiones», aseguró Abdel Jalil a la emisora Al Yazira. «Se quedará en su casa, y yo garantizo su seguridad», apuntó. «Hay un grupo cercando mi casa, y recibí garantías de seguridad para mi familia y para mí», aseveró previamente Mohammed Gadafi a Al Yazira desde su vivienda en Libia, donde se encuentra bajo arresto domiciliario.
Todo indica que el final del régimen está cada vez más cerca. La OTAN ha anunciado que está dispuesta ya a negociar y trabajar con el Consejo Nacional de Transición. El secretario general de la alianza Rasmussen ha apuntado que el régimen «se está desmoronando».
El edificio de la radio y la televisión pública está siendo tomado por las tropas rebeldes, según informa Al Jazeera. Otra señal del cambio que se está viviendo es la vuelta de la cobertura de Internet a Trípoli, donde la Red estaba cortada desde hace seis meses.
Operación Sirena
Horas antes, la OTAN había franqueado la operación con el bombardeado del cuartel general del líder libio en Bab el Aziziya, en Trípoli y del aeropuerto de Maitika, también en la capital.
Los combates se han reproducido en varios distritos de la capital e incluso en el centro de la misma. Se han escuchado disparos y explosiones cerca del hotel donde se aloja la prensa internacional y los rebeldes han declarado que controlan uno de los barrios periféricos de la capital. Además, cerca de 200 rebeldes libios llegaron a Trípoli en barcos desde Misrata para apoyar a los combatientes que se encuentran en la ciudad.
El activista agregó que los rebeldes estaban en un feroz enfrentamiento armado con las fuerzas leales a Muammar Gaddafi dentro de la base aérea Mitiga en el distrito Tajoura de Trípoli. Con todo ello, tanto la OTAN como algunos opositores opinan que la caída del régimen puede darse «en cuestión de horas».
Gadafi pide al pueblo que luche
Antes, el líder libio, en su segunda alocución en 24 horas, siguió ofreciendo una cara beligerante. Hizo un llamamiento al pueblo para liberar la ciudad de los rebeldes y manifestó su preocupación porque «Trípoli arderá», si bien dejó claro que él permanecerá «hasta el final» en la ciudad.
Gadafi ordenó que se abran los depósitos de armas y arsenales de Trípoli a los ciudadanos, para que estos defiendan la capital. «Abrid los almacenes de armas, entregadlos a las masas. ¿Dónde están los religiosos que siempre están en primera fila y buscan el martirio? ¡Que salgan de sus casas para limpiar Libia de las ratas!», exclamó, y recordó que «en este momento se está armando a las familias».
Además, acusó al presidente francés, Nicolas Sarkozy, de haber promovido los bombardeos de la OTAN con el fin de «adueñarse del petróleo libio».
Según el CNT, el Consejo Transitorio Libio, las escaramuzas de este domingo forman parte de la operación denominada ‘El Alba de la Sirena’, que se inició en la noche previa con la infiltración de dos unidades especiales de combate cuya misión era tomar el control de varias zonas claves de la ciudad.
La fuente agregó que los aviones de combate de la OTAN permitieron el avance de las fuerzas hasta el corazón de la ciudad, en una operación preparada con mucha antelación. El plan consiste en conseguir el control de los hoteles, de los aeropuertos civiles y militares, de las oficinas del primer ministro y de los alrededores de Bab El Aziziya, el palacio fortaleza de Gadafi.