El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres, ha exigido este viernes que los inmigrantes subsaharianos sean protegidos en Libia, a tenor de las informaciones que indican que este sector de la población está siendo objetivo de ataques en Trípoli por su color de piel.
Los ciudadanos subsaharianos, especialmente aquellos procedentes de Níger, Chad y Sudán, han sido atacados por las tropas rebeldes y fieles al líder libio, Muamar Gadafi, debido a que muchos de ellos trabajan a sueldo para el régimen. Como consecuencia, muchos de ellos han huido hacia Egipto y Túnez, aunque varios centenares aún permanecen en Libia.
Guterres ha exigido moderación a las fuerzas rebeldes y a los ciudadanos libios. «Hemos visto en los primeros capítulos de esta crisis que esa gente, africanos especialmente, pueden ser particularmente vulnerables a la hostilidad o a actos de venganza», ha añadido en un comunicado.
Por ello, ha proseguido, «es crucial» que las leyes humanitarias «prevalezcan» en este contexto y que los extranjeros, «refugiados y trabajadores inmigrantes incluidos», estén «total y debidamente protegidos» de cualquier prejuicio.
De acuerdo con los testimonios de un profesor de nacionalidad somalí residente en Trípoli llamado Ahmed, recogidos por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), «de aquel que sea negro, ellos (las fuerzas rebeldes y gubernamentales) dirán que está contra ellos».
