El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), António Guterres, ha expresando este jueves su profunda consternación e indignación por el «violento» secuestro en el campo de refugiados de Dadaab, en Kenia, de dos trabajadoras de Médicos Sin Fronteras (MSF)
Tras defender que las dos cooperantes estaban trabajando para salvar vidas, ha calificado como «totalmente inaceptable» que se hayan convertido en objetivo de un secuestro. «Hago un llamamiento a los responsables para que permitan su regreso inmediato y seguro», ha agregado.
El complejo de refugiados de Dadaab es el campo de refugiados más grande del mundo y en la actualidad alberga a 463.739 refugiados somalíes. La población del campo se ha ampliado durante este año con la llegada a Kenia de más de 190.000 refugiados procedentes de Somalia.
Los dos miembros del personal de MSF fueron secuestrados en la zona de la ampliación del campo de Ifo, a alrededor de las 13.20h de este jueves (hora local). Su conductor, quien recibió un disparo, está recibiendo asistencia médica de urgencia en Nairobi.
