Al menos cinco personas, incluidos los dos presuntos terroristas suicidas, murieron hoy en un atentado con coche bomba contra la sede del ministerio somalí de Asuntos Exteriores, informó a Efe el portavoz de la Policía Nacional de Somalia, Abdulahi Hasan.
De acuerdo con su relato, la explosión, que tuvo lugar delante de la citada sede ministerial, situada en una concurrida arteria capitalina, segó la vida de tres civiles y causó heridas de diferente gravedad a otras 25 personas.
«Los hombres trataron de escapar de las fuerzas gubernamentales que registraban los coches que pasaban por la calle, pero fueron obligados a detenerse y se inmolaron», agregó el portavoz policial en alusión a los presuntos terroristas.
«Estábamos alerta y esperábamos que ellos (la milicia fundamentalista islámica Al Shabab) llevaran a cabo este tipo de ataques, pero lo hemos frustrado. Pretendían cometer otra masacre como la del pasado 4 de octubre, en la que perdieron la vida más de cien personas», agregó.
Hasan detalló, asimismo, que los suicidas usaron un Toyota Carib lleno de explosivos que pretendían detonar junto a las oficinas que el Gobierno comenzó a usar tras la destrucción de sus antiguas sedes en el referido atentado del 4 de octubre.
Fuentes medicas señalaron a Efe, por su parte, que la cifra de víctimas mortales podría ascender en las próximas horas ya que la menos seis de los heridos se hallan en estado grave.
«La mayoría de los heridos son vendedores ambulantes que estaban con su mercancía en la calle», explicó Mohamud Ali, miembro del Servicio somalí de Ambulancias.
El atentado coincidió con la visita a la capital somalí de los ministros kenianos de Exteriores, Moses Wetangula, y Defensa, Yusuf Haji.
Según «Domalia Report», publicación digital especializada en Somalia, ambos responsables no se encontraban en la referida sede ministerial en el momento de la explosión, ya que su reunión con las autoridades locales sobre Al Shabab había concluido.
Aunque las autoridades apuntan hacia la responsabilidad de Al Shabab, hasta el momento el citado grupo radical islámico somalí no ha negado ni confirmado su implicación.
El ataque ocurre apenas 72 horas después de que el Ejército de Kenia lanzara una ofensiva sobre territorio somalí en respuesta los cuatro secuestros de extranjeros ocurridos en su suelo durante el último mes.
Entre los secuestrados se hallan dos cooperantes españolas de la organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF), Montserrat Serra y Blanca Thiebaut.
El portavoz de la Policía keniana, Charles Owino señaló el pasado viernes a Efe que, por la forma de operar, la autoría de este secuestro apunta a Al Shabab.
Sin embargo, la milicia negó este lunes su implicación en el secuestro de las dos cooperantes, y amenazó con llevar a cabo ataques en Kenia si el Ejército de este país no se retira del territorio somalí.
«Kenia tiene paz, sus ciudades tienen rascacielos y sus negocios florecen allí, mientras que Somalia está en caos. Si el Gobierno keniano ignora nuestros llamamientos para el fin de la agresión en Somalia, golpearemos el corazón de sus intereses», dijo el portavoz de Al Shabab, Ali Mohamud Rage.
El grupo combate al internacionalmente respaldado Gobierno Federal de Transición somalí y a las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) con el fin de instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país.
Somalia vive en estado de guerra civil y caos desde 1991, fecha en la que fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra tribales y bandas de delincuentes armado.