Fuerzas militares de Sudán han matado al amanecer de este domingo a Khalil Ibrahim, líder del principal grupo rebelde de Darfur. La ofensiva, en la que han perecido otros treinta combatientes del Movimiento de Justicia e Igualdad (MJI), ha tenido lugar en la provincia de Kordofán del Norte, a unos 700 kilómetros al oeste de la capital Jartum.
Khalil Ibrahim, de 54 años, se dirigía a la República de Sudán del Sur cuando su convoy fue interceptado por los soldados del gobierno de Jartum, que lo habían seguido gracias a las informaciones proporcionadas por habitantes de la zona, según ha explicado un portavoz militar.
En declaraciones a la agencia Efe, el hermano del líder rebelde, Yibril Ibrahim, responsable de Relaciones Exteriores del MJI, confirmó la muerte de Jalil pero se limitó a señalar que fue asesinado en enfrentamientos en la provincia de Kordofán del Norte, sin dar más detalles.
En el sur de Jartum, la policía sudanesa habría dispersado con gases lacrimógenos a cientos de personas que se congregaron para dar el pésame a la familia de Ibrahim frente a su casa, en el barrio de Ed Husein.
Con la muerte de Ibrahim, que era médico de profesión, desaparece uno de los principales enemigos del régimen de Omar Hasan al Bachir. Como fundador del MJI, Jalil comenzó la lucha armada contra el régimen de Jartum en febrero de 2003, junto al Movimiento de Liberación de Sudán (MLS), liderado por Abdelwahid Nur, en protesta por la pobreza y la marginación que sufrían los habitantes de Darfur.
Dentro de un conflicto que según la ONU ha producido más de 300.000 muertos y 2,7 millones de desplazados, Ibrahim lanzó en mayo de 2008 una ofensiva contra Omdurman, sector oeste de Jartum, en la que murieron 255 insurgentes y 77 miembros de los cuerpos de seguridad. Tras ese ataque, decenas de los combatientes del MJI fueron condenados a muerte, incluidos dos de los hermanos de Ibrahim.
Después de la ofensiva, el MJI tomó parte en negociaciones de paz, auspiciadas por Catar, y firmó dos memorandos de entendimiento con el gobierno sudanés, pero suspendió su participación en las conversaciones al considerar que era inútil negociar con el régimen, al que acusó de mantener una actitud inflexible.
En mayo de 2010, Jartum solicitó a la Interpol la detención de Ibrahim por el ataque de 2008 contra Omdurman, mientras que las autoridades de Chad le retiraron el apoyo que le habían dado hasta ese momento al saldar sus diferencias con el Gobierno de Sudán.
Ambos Estados había roto sus relaciones por la ofensiva de Jartum, de la que Bachir responsabilizó a Yamena por su apoyo a Ibrahim, emparentado con el presidente chadiano, Idris Deby. Los dos países firmaron un acuerdo de normalización de relaciones en enero de 2010 en el que se comprometieron a no apoyar a movimientos armados opositores del otro Estado.
Así, cuando Ibrahim intentó entrar a Darfur a través de Chad en mayo de 2010, tras un viaje a Egipto, las autoridades chadianas se lo impidieron y tuvo que refugiarse en Trípoli, protegido por el coronel Muamar el Gadafi.
Después de más de un año en Libia, Ibrahim pudo regresar a Darfur el 11 de septiembre pasado tras un llamamiento del MJI a la comunidad internacional para que salvara a su líder después de que Gadafi huyera de Trípoli por el avance de los revolucionarios libios.