Las autoridades nigerianas han confirmado la muerte de hasta 153 personas, 147 pasajeros y los seis miembros de la tripulación, por lo que no ha habido supervivientes, según ha ratificado la Autoridad Civil de la Aviación de Nigeria.
En un comunicado en su boletín, la máxima instancia de la aviación nigeriana ha precisado que la tripulación informó de «problemas mecánicos» y declaró una situación de «emergencia». Además, ha confirmado que «un número de complejos residenciales próximos al siniestro se han incendiado». No obstante, «todavía no hay informaciones sobre víctimas mortales sobre el terreno», apostilla.
La Autoridad Civil de la Aviación de Nigeria sostiene que el avión se estrelló poco después de despegar de Abuya, si bien existe cierta confusión en cuanto al destino final del aparato, puesto que, debido a los problemas técnicos que documentó la tripulación, en un primer momento avisaron de que pretendían aterrizar en la ciudad de Lagos, aunque después rectificaron una información que indicaba su vuelta a Abuya.
Por otra parte, testigos presenciales han declarado al diario nigeriano ‘Daily Trust’ que una joven ha salido de entre el amasijo de hierros en los que ha quedado reducido el aparato, aunque estas informaciones no han podido ser corroboradas, si bien las autoridades nigerianas han insistido en que no hay supervivientes. De acuerdo con varios testigos y un miembro de los equipos de rescate, la joven se encontraba en un estado muy grave y ha sido trasladada de inmediato a un centro hospitalario.
VÍCTIMAS SOBRE EL TERRENO
Sobre las posibles víctimas que podrían haberse producido tras el accidente aéreo, la agencia de noticias Xinhua cifra en 40 las personas fallecidas después de que el avión destruyera un edificio de dos plantas, de acuerdo con su corresponsal en Nigeria. Un número indeterminado de cuerpos sin vida han sido evacuados del edificio afectado, sumido en llamas.
Unidades móviles, la Policía y equipos de rescate se han desplazado al lugar de los hechos para evacuar a las víctimas. «Helicópteros militares están sobrevolando la zona para garantizar la seguridad», ha informado Xinhua.
Sin embargo, las autoridades nigerianas han descartado que prosigan las labores de búsqueda de supervivientes con helicópteros durante esta noche por «motivos de seguridad».
TRES DÍAS DE LUTO
El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, ha declarado el 2 de junio de 2012 tres días de luto oficial y ha ordenado una investigación que aclare las causas de este siniestro. La aerolínea, Dana Air, por su parte, ha sostenido que está tratando de clarificar qué ha podido provocar este accidente.
«El presidente se unirá a todos los nigerianos en el luto por aquellos que han perdido su vida en el accidente aéreo», señala el gabinete de Jonathan en un comunicado. «El presidente Jonathan garantiza a los viajeros que se encuentran en el país que se acometerán todos los esfuerzos posibles para garantizar que las lecciones se aprendan», incide, » y que se implantarán más medidas para reforzar la seguridad de la aviación en el país».
Entre los fallecidos se encuentra el portavoz de la Corporación Nacional de Petróleo de Nigeria y portavoz de la delegación nigeriana ante la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Levi Ajunuma, según ha confirmado Dana Air.
Testigos presenciales han relatado que, en un primer momento, han escuchado una «gran explosión» a la que atribuyeron a una «explosión de gas». «Cuando hubo más explosiones después, salimos corriendo. Era terrorífico. Todo era muy confuso, mucha gente estaba gritando», ha explicado el periodista local Timonthy Akinyela.
Aunque este accidente no es un hecho aislado, las autoridades nigerianas han aumentado los estándares de seguridad de la aviación nacional en los últimos años, si bien las condiciones aún continúan siendo malas.