Quiere saber si el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, conocían este tipo de declaraciones
Unión, Progreso y Democracia (UPyD) quiere que el Gobierno se pronuncie sobre si el embajador de España en Marruecos, Alberto José Navarro González, sufre un «incipiente síndrome de Estocolmo».
Y todo, a tenor de unas recientes declaraciones en las que cuestiona la posición de España en el conflicto en el Sáhara Occidental y apela al acuerdo con Rabat al referirse a la situación de Ceuta y Melilla.
En una pregunta parlamentaria registrada en el Congreso, la portavoz de Exteriores de la formación magenta, Irene Lozano, sostiene que Navarro González realizó el pasado 3 de diciembre unas declaraciones en las que, «ignorando» la Constitución, aseguraba que la «naturaleza jurídica» de Ceuta y Melilla se puede resolver «a través del diálogo».
«No veo otra forma, tenemos que conocernos más y mejor, dialogar y cooperar en todos los terrenos. Es lo que estamos haciendo y los resultados son buenos, pero pueden ser mejores», manifestaba entonces el diplomático español.
Respecto al conflicto del Sáhara Occidental, y según la versión de Lozano, Navarro González apuntaba que España «tiene que entender» que la situación en ese territorio «ya no es la de 1975″, que Marruecos ha invertido «mucho» en el mismo, que su población ha «cambiado» y que se han producido «muchos» cambios económico y sociales, factores todos estos que, a su juicio, deben tenerse en cuenta al buscar una solución a este contencioso.
¿COMPARTE EL GOBIERNO ESTA VISIÓN?
Ante esto, la diputada de UPyD quiere saber si el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, conocían este tipo de declaraciones.
En ellas, el embajador posiciona a España respecto a la «compleja» situación que vive el Sáhara Occidental desde 1975 por la imprudencia» e «irresponsabilidad» de los gobiernos español y marroquí de entonces y, además, acepta «tácitamente» la cédula de reflexión hispana-marroquí respecto de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.
Además de pedir al Ejecutivo que se pronuncie sobre estas afirmaciones y de preguntarle sobre si tiene previsto llamar al orden al representante diplomático español en Rabat, Lozano interroga al Gobierno sobre si considera la posibilidad de que Navarro González «esté sufriendo tendencias peligrosas hacia el apaciguamiento o un incipiente síndrome de Estocolmo».
