"También las grabé pero era para mi disfrute personal"
Daniel Galván Viña, el pederasta condenado a 30 años de prisión en Marruecos, compraba a sus víctimas con regalos pero en algunos casos llegó a amenazarlas y a chantajearlas, según se desprende de documentos judiciales relacionadas con su procesamientos en los que las menores relataban los abusos.
Estos documentos, a los que tuvo acceso ‘LaSexta‘, recogen que el pederasta se hacía pasar por profesor de inglés y se paseaba desnudo por su casa mientras las alumnas a las que daba clase de inglés estudiaban.
SOMNÍFEROS
A las chicas más mayores les suministraba somníferos para después abusar de ellas. «Me dio somníferos en la bebida y después perdí la conciencia. Cuando desperté me encontré desnuda y con fuertes dolores vaginales», relata Shana, la primera de sus víctimas.
Según estos documentos, Galván abusó de Shana, de su hermana y de un primo suyo de 14 años, el único varón. A sus estudiantes más pequeñas les compraba regalos y, a cambio, ellas debían pasar un rato en el baño. «Un día estaba en su casa, fui al baño para hacer pis y el entró detrás de mí. Puso su miembro sobre mi miembro sexual pero no sé si hubo penetración», relata otra víctima.
Sin embargo, a veces las niñas se negaban a someterse y entonces Galván recurría a la violencia. «Me amenazó con un hacha, me amordazó, me desnudó y me obligó a llevarle a cabo felaciones y tocamientos», explica otra afectada.
El propio Galván reconoce en su declaración judicial que violó a las niñas, aunque no a las más pequeñas. «Reconozco haber mantenido relaciones sexuales con las dos mayores, pero con las más pequeñas sólo hubo tocamientos y caricias. También las grabé pero era para mi disfrute personal», dijo.