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Los traficantes de carne humana, que s ehacen ricos trasegando desventurados desde la costa de Africa a las playas europeas, ya tienen un nuevo ‘héroe’.
Un patrón de patera ya debe contar, de serie, con una falta de escrúpulos notable como para embarcar con personas desesperadas, inmigrantes y refugiados, y cobrarles montantes desorbitados, abusar de ellos, robarles sus pocas pertenencias (La Iglesia católica europea pide a la UE que «no dé la espalda» a inmigrantes y refugiados).
Pero lo que han hecho estos mafiosos supera todo esto: una niña siria de diez años, enferma de diabetes, ha fallecido en pleno trayecto a la costa de Sicilia después de que los traficantes que gobernaban su embarcación tiraran su insulina al mar, según ha informado el diario L’Osservatore Romano.
Bambina migrante malata di diabete muore perché i trafficanti gettano in mare lo zainetto con l’insulina – M… http://t.co/qK0WFlA9r1
— L’Osservatore Romano (@oss_romano) julio 18, 2015
La pequeña fallecida viajaba con otras 320 personas en una embarcación con un sobrepeso que los patrones intentaron eliminar arrojando por la borda las pertenencias de los inmigrantes, entre ellos tres viales de insulina, sin los cuales la niña entró en un coma diabético y murió ( El cupo de inmigrantes.).
El padre, además, se vio obligado a arrojar al mar el cuerpo de su hija y relató su historia a las autoridades italianas nada más llegar a la costa siciliana.