El periodista de la COPE define la principal virtud del Gobierno socialista: mercadotecnia gestual

El ‘Aquarius’ activa una avalancha de pateras y Carlos Herrera lanza una pregunta que deja tieso a Pedro Sánchez

La televisiva y circense a recepción en Valencia, coincide con la llegada masiva de pateras a las costas, con cifras inéditas desde 2014.

El 'Aquarius' activa una avalancha de pateras y Carlos Herrera lanza una pregunta que deja tieso a Pedro Sánchez
Uno de los memes sobre el oportunismo de Pedro Sánchez y sus intentos de capitalizar políticamente el drama de los refugiados de las pateras. PD

La oleada de pateras no tiene parangón desde 2014 y coincide con los anuncios del Gobierno sobre la inmigración

En el Ministerio del Interior hay preocupación. El buen tiempo y el fin del Ramadán en Marruecos pueden explicarlo, pero lo cierto es que la llegada masiva de pateras a las costas españolas tiene ya desbordado al Gobierno Sánchez.

Aparte del Aquarius, que toca tierra valenciana este domingo, el litoral lleva dos días viviendo una auténtica oleada (Pedro Sánchez, a falta de ideas, política o proyecto, quiere ahora desenterrar a Francisco Franco).

Sólo en una jornada arribaron, en la zona del Estrecho de Gibraltar, casi 700 inmigrantes a bordo de 62 embarcaciones, una cifra espectacular que no se registraba desde 2014. Y no fue la única. Otras 300 personas fueron detectadas al mismo tiempo en apenas seis naves masificadas, frente a la costa granadina en el conocido como mar de Alborán (Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se reunen en secreto en La Moncloa para montar un ‘Frente Popular’).

Mil personas en unas horas, y subiendo. ¿El efecto llamada por el Aquarius lo explica? Sin duda y, de hecho, en Andalucía la inquietud llega a la propia Junta, que lleva días advirtiendo sutilmente sobre su incapacidad para atender a tantas personas, aunque lo hace con eufemismos como los de la propia Susana Díaz, enfocados a la Unión Europea antes que a La Moncloa:

«No puede seguir mirando para otro lado ante el drama de los inmigrantes en el Mediterráneo».

Y con ese telón de fondo Carlos Herrera lanzaba en su columna en ABC, una pregunta que nadie, en La Moncloa, ha sido capaz de aclarar.

«Pero este Gobierno de mercadotecnia gestual, ¿tiene previsto qué pasará con el próximo barco que llegue a nuestros puertos?».

El periodista de COPE interroga al Ejecutivo por los siguientes pasos cuando aún no está claro qué hará siquiera para resolver el primero. Y la estrella radiofónica lo sabe y ahonda con las siguientes cuestiones:

«¿Sabe lo que va a argumentar cuando le afeen el mantenimiento de las concertinas en las vallas de Ceuta y Melilla? ¿cómo diferenciará el derecho a ser refugiados de unos y la expulsión de otros?».

Lo cierto es que, a la espera de que llegue el Aquarius, la confusión en el Ejecutivo cada vez es mayor y de las luces iniciales se ha pasado a ciertas sombras por la complejidad legal, jurídica y social de ubicar a los inmigrantes, ciertamente necesitados de ayuda urgente, una vez pase el recibimiento.

El propio Herrera profundiza en ello.

«El barco de la ONG francesa ha sido una oportunidad perfecta para mostrar, además de humanidad, iniciativa política europea y cierto exhibicionismo bondadoso no exento de artera intención. Todo lo que puede esperarse de este Gobierno cabe dentro de gestos como el relativo a la acogida de estas seiscientas personas amontonadas en un par de barcos».

Y remata el locutor de ustedes, casi a puerta vacía por el silencio de Pedro Sánchez y las contradicciones de su vicepresidenta, con un disparo por la escuadra, recordando la endebles parlamentaria de un presidente que sólo dispone de 84 diputados:

«Una vez acabado el efecto pirotécnico del nombramiento de ministros por goteo, toca meter gol, ponerse a gobernar más allá de los gestos de bondad inevitable e infinita que puedan mostrar los mediáticos ministros».

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