Desde La Moncloa se argumenta que el de Podemos se queda en España porque su cartera ministerial no tiene ninguna competencia en el asunto

Sánchez ‘baja del avión’ a Iglesias y no lo lleva a la cumbre de Marruecos, para no molestar al rey Mohamed VI

El monarca alauita ha hecho llegar el mensaje de que el vicepresidente era 'non grato' tras sus declaraciones sobre el Sáhara Occidental

Sánchez 'baja del avión' a Iglesias y no lo lleva a la cumbre de Marruecos, para no molestar al rey Mohamed VI
Mohamed VI Rey Marruecos, Pedro Sánchez (PSOE) y Pablo Iglesias (PODEMOS). PD

La excusa oficial es que Pablo Iglesias, no viajará finalmente con Pedro Sánchez, a la cumbre bilateral con Marruecos del próximo 17 de diciembre 2020, porque han limitado el número de participantes debido al Covid-19.

La realidad es que en La Moncloa, aunque les ha costado, se han dado cuenta por fin de que con Mohamed VI no se juega y el rey de Marruecos no quería ni ver en pintura al líder de Podemos.

No él, porque todavía no ha dado indicio alguno que vaya a conceder audiencia al líder del PSOE. No quiere el monarca que el vicepresidente del moño ponga los pies en territorio marroquí.

Desde el Gobierno socialcomunista se esfuerzan en transmitir la idea de que la exclusión de Iglesias tenga relación con sus comentarios a favor del referéndum de autodeterminación en el Sáhara o de las estrechas relaciones que mantiene Podemos con el Frente Polisario, pero las cosas van por ahí.

El propio entorno de Iglesias habían alardeado este mismo lunes, 7 de diciembre, de que que el vicepresidente formaría parte de la delegación española que iba a Rabat.

La cumbre tendrá lugar en plena crisis migratoria, cuando las pateras que salen de la costa africana llegan a granel a Canarias y todo el mundo es plenamente consciente que el flujo de sin papeles depende en buena medida de la voluntad y el humor de Mohamed VI.

Si el rey marroquí quiere, se cierra el grifo. Si se enfada, lo abre.

La presencia de Iglesias no hubiera sido considerada un gesto ‘amistoso‘ por Mohamed VI, dado que el líder de Podemos se ha manifestado recientemente en favor del referéndum en el antiguo Sáhara español, un tema espinoso que molesta especialmente a Marruecos.

El Frente Polisario declaró a principios de noviembre el estado de guerra rompiendo, de facto, el alto el fuego vigente desde 1991.

El Ejército de Marruecos invadió el viernes la zona desmilitarizada del Guerguerat, fronteriza con Mauritania, para expulsar a unos 50 civiles saharauis que mantenían bloqueada la carretera desde octubre para pedir el referéndum de autodeterminación. Es la peor crisis que vive el conflicto en 30 años.

Desde aquel momento, Podemos, con Pablo Iglesias a la cabeza, se ha manifestado en favor de presionar a Rabat para resolver un conflicto enquistado durante décadas.

En concreto, Iglesias exigió a Sánchez que defendiera la causa del Sáhara en la cumbre bilateral, una propuesta descabellada y que, conociendo a los marroquíes, no se le podría ocurrir a nadie con dos dedos de frente.

Podemos pidió en noviembre al Ejecutivo español trabajar en Naciones Unidas para el cumplimiento de «la resolución 690 del Consejo de Seguridad de 1991 que mandata la organización de un referendo con el establecimiento de un calendario y un censo justo, así como fijar las garantías para su cumplimiento».

También solicitó que se mantuviese el alto el fuego «quebrado por Marruecos en el paso del Guerguerat«, donde el mes pasado intervino el Ejército marroquí para desalojar a un grupo de manifestantes saharauis que llevaban tres semanas bloqueando esa franja de cinco kilómetros entre la aduana marroquí y la frontera mauritana.

Para que Iglesias se siente menos desairado, la ministra portavoz, María Jesús Montero, aseguró el pasado martes que Marruecos no ha trasladado al Gobierno «ningún tipo de malestar o lamento» por el pronunciamiento de Iglesias.

Añadió, lo que suena bastante chusco, «sino todo lo contrario».

Evidentemente, no está en el estilo de la diplomacia marroquí enviar una nota oficial reconociendo que su rey esta enfadado, pero sabe muy bien cómo transmitir mensajes por otros canales más discretos.

El Gobierno Sánchez no descarta que Mohamed VI reciba al presidente del Ejecutivo, un asunto que por el momento no consta en agenda y que será el termómetro que permita hacerse una idea de cómo están las cosas con nuestro siempre influyente vecino del sur.

«Estamos abiertos a que podamos concitar y conciliar nuevas citas. Habrá o no audiencia en función de los tiempos cuando nos acerquemos y de la capacidad de ponerla en común, tanto Mohamed VI como el presidente del Gobierno», dijo Montero en la rueda de prensa.

Según el Gobierno socialcomunista, el posible encuentro de Sánchez con el monarca alauí «nada tiene que ver con elementos ajenos a la propia reunión«, en alusión al mensaje que el vicepresidente segundo expresó en las redes sociales en favor de un referéndum en el Sáhara Occidental después de que el Frente Polisario declarara el fin del alto el fuego con Marruecos.

Sánchez y el presidente marroquí, Saadedín Otmani, se citarán en Rabat junto a varios de sus ministros con el aumento de la presión migratoria en Canarias como uno de los asuntos prioritarios, tras más de cinco años sin cumbre bilateral.

La última tuvo lugar en Madrid el 5 de junio de 2015, con Mariano Rajoy como presidente del Gobierno, y el tiempo transcurrido desde entonces ha sido el más largo entre estas cumbres desde que se instauraron en 1993 bajo la presidencia de Felipe González.

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