Reina Tamayo Danger: "Doy las gracias a todos los hermanos que lucharon por no dejar morir a mi hijo"
El disidente cubano Orlando Zapata Tamayo, uno de los presos de la Primavera Negra de 2003, ha muerto como consecuencia de una huelga de hambre que inició a principios de diciembre.
Zapata tenía de 42 años y se había declarado en huelga de hambre para exigir un incremento de sus derechos como preso. Finalmente falleció en un hospital de La Habana donde se encontraba a causa de su delicado estado de salud.
La organización Directorio Democrático Cubano lamentó la muerte de este «valiente defensor de la libertad» y al que considera «asesinado» por el régimen comunista.
Janisset Rivero, secretaria nacional adjunta del Directorio:
«El Gobierno cubano se negó a garantizarle sus derechos básicos»
«Es una víctima del terrorismo de estado»
La organización denunció que el pasado mes de octubre Zapata sufrió una paliza por parte de militares que le custodiaban en la prisión provincial de Holguín. Estos golpes le provocaron al recluso una hemorragia intracraneal que derivó en una operación quirúrgica.
«A pesar de su crítico estado de salud, el régimen lo trasladó la semana pasada al hospital de la Prisión Combinado del Este en La Habana, donde no existían condiciones para tratarlo»
«ASESINATO PREMEDITADO»
La madre del fallecido, Reina Tamayo Danger, ha calificado la muerte de su hijo como un «asesinato premeditado»:
«Doy las gracias a todos los hermanos que lucharon por no dejar morir a mi hijo»
Amnistía Internacional había incluido a Zapata en su lista de presos de conciencia. Pese a que en un primer momento fue condenado a tres años de prisión tras participar en una huelga de hambre, el ahora fallecido vio cómo se ampliaba la sentencia hasta 25 años de cárcel al sumarse delitos como «desacato», «desorden público» o «resistencia», según la ONG.
(Agencias)