La conflictiva relación con Venezuela, la crisis del sistema de salud, el alto desempleo y la corrupción dominaron hoy el debate televisivo entre los candidatos a la Presidencia colombiana, en un ambiente de desconcierto por la importante subida en las encuestas de Antanas Mockus.
Los aspirantes prometieron una reforma radical del sistema de salud, que amenaza con quedarse sin fondos en julio próximo, incluso antes de que uno de ellos tome posesión como presidente el 7 de agosto.
Ha sido Mockus quien ha introducido en el debate temas sociales de máxima importancia, que habían sido eclipsados por su principal rival, el ex ministro de Defensa y candidato oficialista, Juan Manuel Santos, quien lideró los sondeos hasta el lunes con un discurso centrado en la seguridad y lucha contra las FARC.
De acuerdo con el último sondeo de Ipsos-Napoleón Franco, Mockus lograría el 38 por ciento de los votos, seguido por Santos, con el 29 por ciento en las elecciones del 30 de mayo.
Y en una segunda vuelta, a celebrarse el 20 de junio, el aspirante verde se haría con la Presidencia.
Durante el debate, Mockus señaló que «la relación con Venezuela debe ser sustraída a la relación de condiciones con Estados Unidos» como una vía para resolver la crisis diplomática con el país vecino, aunque consideró que «hay razones para privilegiar la relación con EEUU».
Este matemático y filósofo, que aboga por la legalidad y la educación, dejó claro que «ni Estados Unidos debe imponerse a la relación con Venezuela ni Venezuela a la relación con Estados Unidos».
Asimismo, prometió una «reforma integral» del sistema de salud y potenciar el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA), donde estudian colombianos de escasos recursos y es financiado por las empresas, como fórmula para atajar el desempleo.
Para Mockus, la corrupción se pelea desde varios frentes, fortaleciendo la Fiscalía y los órganos de control, pero sobre todo acabando con la «impunidad moral y social».
Su más cercano rival, Santos, acusó a los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Ecuador, Rafael Correa, de querer detenerlo en su carrera hacia la Presidencia, e incluso dijo que hay «intromisión del poder judicial en Ecuador» tras la decisión de un tribunal de ese país de ratificar una orden de captura en su contra y la posible solicitud de extradición.
Y es que en el país vecino le consideran el autor «intelectual» del ataque militar a un campamento de las FARC en Ecuador que se saldó en 2008 con la muerte de 25 personas, entre ellas el número dos de la guerrilla, Raúl Reyes, y con la ruptura de las relaciones diplomáticas entre los dos países.
En el plano social, el delfín del presidente Álvaro Uribe y candidato por el Partido de la U propuso la prevención sanitaria para «ahorrar mucho dinero de cara al futuro», así como la lucha contra la corrupción en el sector.
Para Santos, la mejor forma de acabar con la corrupción es con «transparencia y eficacia», para eso prometió duplicar las penas para delitos contra el patrimonio publico y que éstos no prescriban.
La tercera en las encuestas, la conservadora Noemí Sanín, denunció que la salud se haya convertido en un negocio: «la cosa no es de plata, sino de administración».
Además, la ex canciller se comprometió a crear tres millones de puestos de trabajo, exenciones tributarias a empresas y construir 1,2 millones de viviendas en cuatro años.
Con el 11 por ciento de las preferencias electorales, Sanín abogó por una reforma judicial y llamó a la ciudadanía a «denunciar» los actos corruptos.
El izquierdista Gustavo Petro, con el 5 por ciento del respaldo y candidato por el Polo Democrático Alternativo, recordó que la salud es un derecho universal y planteó «un cambio total» con la creación de brigadas estatales que cubran todo el país.
También una reforma laboral para dignificar el trabajo y devolver a los campesinos las tierras productivas que están manos de narcotraficantes porque la corrupción, además, se combate quitándole el poder a las mafias, para lo que estaría dispuesto a convocar una Asamblea Nacional Constituyente que trataría este tema.
Por último, el liberal Rafael Pardo, con el tres por ciento de las intenciones de voto, también habló reformar la justicia y la salud; y prometió «la ley del primer empleo» con estímulos tributarios a las empresas.
