El Gobierno del Perú declaró hoy el «Estado de emergencia» (excepción) durante 60 días en la provincia del Callao, al norte de Lima, para restablecer y mantener las actividades del principal puerto del país, afectadas desde la semana pasada por una huelga.
El paro de los estibadores del puerto ha generado pérdidas de cientos de millones de dólares, según cálculos de la Asociación de Exportadores peruanos (ADEX).
Según un decreto publicado hoy en la gaceta oficial, el Gobierno también busca mantener «el control del orden interno» en el Callao, a cargo de la Policía Nacional y con el apoyo de las Fuerzas Armadas.
La decisión suspende los derechos constitucionales relativos a la libertad y la seguridad personales, la inviolabilidad de domicilio y la libertad de reunión y de tránsito en toda la provincia.
El decreto afirma que el Estado debe garantizar el cumplimiento de la Ley del Sistema Portuario Nacional, que declara como «servicios públicos esenciales» la administración, operación, equipamiento y mantenimiento de los puertos así como los servicios que estos brindan.
La Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) señaló que la paralización de los trabajadores portuarios afecta «gravemente» las actividades y servicios en el puerto del Callao, según señaló hoy la agencia oficial Andina.
«Ello, además de ocasionar graves daños económicos al comercio nacional e internacional, ha puesto en una situación de desabastecimiento inminente a la ciudad de Lima», indicó la información.
El sindicato de Estibadores del Puerto del Callao, el principal terminal marítimo del país con un 70 por ciento del tráfico portuario, ha convocado a sus más de 1.100 afiliados a la huelga en demanda del derecho a la sindicalización, a la jubilación anticipada y a mejoras salariales, entre otras.
Las autoridades peruanas han dispuesto que el personal técnico de la Marina de Guerra apoye a los agentes marítimos en la movilización de la carga para el comercio exterior, a la vez que la Policía se encarga de la seguridad en el puerto del Callao.
El puerto del Callao tuvo el año pasado un tráfico de 1.089.838 contenedores y se ha convertido en el más activo de toda la costa Pacífica de América del Sur, según la estatal Empresa Nacional de Puertos (Enapu).
En 2007, un paro de los mismos estibadores en demanda de mejoras salariales duró diez días y supuso pérdidas cercanas a los 500 millones de dólares, y se resolvió tras una intervención directa del presidente peruano, Alan García.
