El alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, que se autodefinió como de ideología «socialdemócrata», reclamó hoy al PSOE que asuma la definición de «democradura» que ha hecho la Internacional Socialista del régimen que lidera el presidente del Gobierno venezolano, Hugo Chávez.
En una rueda de prensa en el Senado convocada por el Grupo Popular, Ledezma, que lidera una Mesa por la Unidad que afirma agrupar a todas las fuerzas políticas que aspiran a recobrar la democracia en Venezuela, dijo que le gustaría que los «compañeros socialistas» respaldaran a los opositores cubanos, pero que cuando recaba apoyos en España sólo encuentra «gente del PP». Así, reconoció que en esta visita sólo han querido reunirse con él la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, y el portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero.
Según aseguró, la razón por la que el PSOE no apoya a los opositores a Chávez es «una pregunta que nos hacemos todos los venezolanos» . Pese a todo, anunció que no venía a «pasar factura» a los socialistas, porque, igual que Chávez es quien debe explicar sus presuntos vínculos con la banda terrorista ETA, «quienes tendrían que dar una explicación son ellos». «La defensa de la democracia venezolana no puede tener barreras ideológicas», añadió, subrayando que «la lucha no es entre izquierda y derecha», y en este sentido recordó que Chávez se declara marxista, condición a la que renunció el PSOE con Felipe González.
En opinión de Ledezma, «no se exagera cuando se dice que Venezela ve amenazada su democracia y sus libertades». Para demostrarlo, citó el enjuiciamiento de políticos y periodistas por cuestionar o discrepar con el Gobierno, así como las tres leyes aprobadas en los últimos meses para restar competencias y financiación a las instituciones locales adversas a Chávez. En esta línea, calificó de «importantísimo» el proceso de descentralización que quiere abortar el presidente venezolano, así como las elecciones del 26 de septiembre, para las que pidió a los parlamentarios españoles que acudan como observadores.
